La luz entra por la ventana. Lo noto. Debí olvidar bajar la persiana anoche. Abro los ojos y miro el reloj: las 11:30. Ya va siendo hora de levantarse, pero creo que me quedaré un poco más en la cama. Me doy la vuelta y ahí estas, con esa cara de niño bueno que pones cuando duermes.
Te veo ahí tumbado, dormido, y no resisto la tentación. Me arrimo con cuidado y te abrazo por la espalda, pero tú ni lo notas. Aspiro tu aroma, ese que me vuelve loca cuando pasas delante de mí. Y, cómo si fuese una vampira a la que le crecen los colmillos al olor de la sangre, se me despiertan los instintos. Te beso el cuello, bajando a los hombros, volviendo a subir al cuello. Lo soplo un poquito, con cuidado y lo beso de nuevo. Entonces te pego un mordisquito, suave, mientras te acaricio el torso. Veo que abres un ojo, y me río. Te volteas y me sonríes, pícaro, probablemente no sepas ni qué día es, pero sabes lo que va a pasar. Entonces me abrazas fuerte, medio estirándote, saludándome mientras me besas. No lo aguanto más y te quito la camiseta mientras te colocas sobre mí. Me apartas el pelo y sigues besándome, sin importarte nada más.
Me coges las manos y me las sujetas por encima de mi cabeza, me quitas la camiseta, yo me dejo hacer. Y así, desnudándonos suavemente, despacio, va subiendo la temperatura. Apartamos las sábanas, y deja de existir el resto, sólo estamos tú y yo. Haciendo el amor en cada rincón de la casa, divertidos, salvajes, cariñosos y tiernos. Y cuando sentimos que ya no podemos más, tomamos el café de la mañana en el sofá, cómplices de delitos por los que no pueden condenarnos.
miércoles, 31 de marzo de 2010
Segundos eternos.
domingo, 28 de marzo de 2010
No lo pienses.
Lo siento. No puedo evitar pensarlo, me sale solo, es ya una costumbre después de estos años. Grito, y lloro, pero también lucho, y consigo reír de vez en cuando.
Son las 4 a.m. y susurro tu nombre. Nadie me escucha, la música está alta. Te miro. Me coges la nariz. Sonrío. me quedaría sin respirar toda la noche si así pudiese sentir el roce de tu piel sobre la mía. Atenta a tus gestos, a cómo te ríes, cómo bebes, mirando en lo más profundo de tus ojos tratando de adivinar si también piensas en mí. Pero no alcanzo a ver nada. Y me repites: "no lo pienses". Y te miro, y sonrío, y cuando ya no miras, suspiro. Ojalá. Quizás algún día.
Pienso. Trato de encontrar una solución. Y se me ocurre algo. Quizás no sea nada del otro mundo. Y trato de imaginarme con otro, cualquiera, en ese mismo momento. Pero no siento nada, absolutamente nada. No. Realmente sólo me pasa con él.
Y cuando al día siguiente me despierto y voy a lavarme la cara, veo mi brazo, que tiene un garabato. Y desearía tatuármelo, no borrarlo nunca. Porque es lo único que tengo de ti.
Si tú supieras...
Son las 4 a.m. y susurro tu nombre. Nadie me escucha, la música está alta. Te miro. Me coges la nariz. Sonrío. me quedaría sin respirar toda la noche si así pudiese sentir el roce de tu piel sobre la mía. Atenta a tus gestos, a cómo te ríes, cómo bebes, mirando en lo más profundo de tus ojos tratando de adivinar si también piensas en mí. Pero no alcanzo a ver nada. Y me repites: "no lo pienses". Y te miro, y sonrío, y cuando ya no miras, suspiro. Ojalá. Quizás algún día.
Pienso. Trato de encontrar una solución. Y se me ocurre algo. Quizás no sea nada del otro mundo. Y trato de imaginarme con otro, cualquiera, en ese mismo momento. Pero no siento nada, absolutamente nada. No. Realmente sólo me pasa con él.
Y cuando al día siguiente me despierto y voy a lavarme la cara, veo mi brazo, que tiene un garabato. Y desearía tatuármelo, no borrarlo nunca. Porque es lo único que tengo de ti.
Si tú supieras...
viernes, 26 de marzo de 2010
Volviste.
Ah, aquí estás de nuevo. Comenzaba a echarte de menos. Es extraño que sólo aparezcas cuando esos ojos me capturan por la noche, haciendo que ignore el resto, hipnotizándome por completo. O cuando mis brazos actúan por si solos y le sostienen entre ellos, y estoy tan a gusto que me olvido de que debo retirarlos. O cuando sueño que me tiene presa del amor en su cama, rompiendo juntos todas las reglas anteriores, simplemente amándonos.
¿Te das cuenta de lo que digo? ¡Esto sólo puede ser obra tuya!
Menos mal que volviste, Locura. Pues, ¿Qué sería de mí sin ti?
¿Te das cuenta de lo que digo? ¡Esto sólo puede ser obra tuya!
Menos mal que volviste, Locura. Pues, ¿Qué sería de mí sin ti?
No sé que hacer. Y no me gusta.
¿Y qué si te deseo? ¿Y qué si cada vez que me sonríes me entran ganas de abrazarte con todas mis fuerzas? ¿Y qué si cuando me miras con esos ojitos marrones no puedo despegarme de ellos?
Sé que no puedo hacer nada, pero no puedo evitar tratar de inventar algo que te atraiga hasta mí... No sé estar de brazos cruzados.
Te echo de menos cuando estás a mi lado. Te echo de menos más que a cualquier otra persona en el mundo, pero no lo entiendo. ¿Cómo puedo echarte de menos si nunca te he tenido entre mis brazos?
Sé que no puedo hacer nada, pero no puedo evitar tratar de inventar algo que te atraiga hasta mí... No sé estar de brazos cruzados.
Te echo de menos cuando estás a mi lado. Te echo de menos más que a cualquier otra persona en el mundo, pero no lo entiendo. ¿Cómo puedo echarte de menos si nunca te he tenido entre mis brazos?
jueves, 25 de marzo de 2010
Hoy.
Ayer, me hundí como pocos días lo he hecho. Ayer, la soledad llamaba a mi puerta a cada instante, pero yo no la abría. Ayer, me sentí cómo si el mundo estuviese vacío, sin nada más que calles desiertas y un frío helador.
Hoy, voy a sonreír. Hoy, voy dejar libre mi cabeza y voy a ser feliz. Hoy al despertar, me he dado cuenta de que el mundo está lleno de cosas preciosas que puedes disfrutar únicamente prestando un poco de atención a lo que te rodea. Hoy, me he dado cuenta de que esto que tengo dentro no puede odiarse ni rechazarse, sólo puedo aprender a vivir con ello. Y eso es lo que voy a hacer hoy: vivir.
Mañana... Quién sabe lo que pasará mañana. Pero algo tengo claro. Tú estarás ahí, y sólo por eso ya merece la pena levantarse de la cama cada día. Seguiré en pie.
Hoy, voy a sonreír. Hoy, voy dejar libre mi cabeza y voy a ser feliz. Hoy al despertar, me he dado cuenta de que el mundo está lleno de cosas preciosas que puedes disfrutar únicamente prestando un poco de atención a lo que te rodea. Hoy, me he dado cuenta de que esto que tengo dentro no puede odiarse ni rechazarse, sólo puedo aprender a vivir con ello. Y eso es lo que voy a hacer hoy: vivir.
Mañana... Quién sabe lo que pasará mañana. Pero algo tengo claro. Tú estarás ahí, y sólo por eso ya merece la pena levantarse de la cama cada día. Seguiré en pie.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Abrázame.
-Ven aquí.
-¿Qué pasa?
-No, un poco mas cerca.
-¿Así?
-Así no va a funcionar, mejor abrázame. Eso es.
-Pero, ¿para qué?
-Que me acabo de dar cuenta de que mi ropa ya no huele a ti, y no me gusta.
-Tú sí que me gustas a mí...
-¿Qué pasa?
-No, un poco mas cerca.
-¿Así?
-Así no va a funcionar, mejor abrázame. Eso es.
-Pero, ¿para qué?
-Que me acabo de dar cuenta de que mi ropa ya no huele a ti, y no me gusta.
-Tú sí que me gustas a mí...
Sí.
Pues, ¿Sabes qué? Voy a besarte, sí. Voy a morderte el cuello hasta que no puedas más y te empujaré a la cama, comenzando a quitarte la ropa entre caricias. Y entonces voy a contar todas y cada una de las pecas de tu cuerpo de manera que no puedas resistirte a mí.
Y mi cama guardará tu olor, aunque quizás ya no haga falta. Quizás ya no quieras marcharte. Quizás consiga ser tu vicio. Pero más vale prevenir, no quiero arriesgarme a que nunca quieras volver y haber tirado las sábanas a la lavadora.
Y mi cama guardará tu olor, aunque quizás ya no haga falta. Quizás ya no quieras marcharte. Quizás consiga ser tu vicio. Pero más vale prevenir, no quiero arriesgarme a que nunca quieras volver y haber tirado las sábanas a la lavadora.
martes, 23 de marzo de 2010
Asfixia.
Me siento tan rara... Esto me pilla muy de lejos. Había olvidado lo que es luchar cada día contra el hecho de estar enamorada.
Me levanto por la mañana y me asomo a la ventana. Veo el cielo oscuro otra vez, volverá a llover. Y cierro los ojos, y el fuerte aire me revuelve el pelo. Y me veo bajando del autobús en la última estación, buscándote con la mirada entre cabezas y maletas. Y allí estás, y corro, y me olvido la maleta, y te abrazo, y me besas, y recuerdo mi maleta, y vuelvo a por ella, y cuando me doy la vuelta estás detrás para besarme otra vez. Y abro los ojos. Y yo no me he movido ni un palmo de la ventana, y el viento no ha dejado de soplar.
Y tengo miedo, porque mis instintos me superan, apenas consigo controlarlos un poquito.
Salgo a la calle y el sol me hiela. Noto como si no fuese yo, sino una extraña que se divierte revolviendo mis entrañas, arrancando a su antojo los secretos más profundos de mi ser.
Y me siento estúpida cuando no puedo decirte que te quiero. Y la confusión se apodera de mi rostro en la soledad, e intento gritar, pero nadie me oye. Y noto cómo poco a poco, me asfixio con mi propio aire.
Y él llegó...
Y me besó...
Y me salvó...
Me levanto por la mañana y me asomo a la ventana. Veo el cielo oscuro otra vez, volverá a llover. Y cierro los ojos, y el fuerte aire me revuelve el pelo. Y me veo bajando del autobús en la última estación, buscándote con la mirada entre cabezas y maletas. Y allí estás, y corro, y me olvido la maleta, y te abrazo, y me besas, y recuerdo mi maleta, y vuelvo a por ella, y cuando me doy la vuelta estás detrás para besarme otra vez. Y abro los ojos. Y yo no me he movido ni un palmo de la ventana, y el viento no ha dejado de soplar.
Y tengo miedo, porque mis instintos me superan, apenas consigo controlarlos un poquito.
Salgo a la calle y el sol me hiela. Noto como si no fuese yo, sino una extraña que se divierte revolviendo mis entrañas, arrancando a su antojo los secretos más profundos de mi ser.
Y me siento estúpida cuando no puedo decirte que te quiero. Y la confusión se apodera de mi rostro en la soledad, e intento gritar, pero nadie me oye. Y noto cómo poco a poco, me asfixio con mi propio aire.
Y él llegó...
Y me besó...
Y me salvó...
¿Será hoy?
-Y le veo y pienso: ¿será hoy el día?, pero no es. Y al día siguiente le vuelvo a ver, y vuelvo a pensar lo mismo, pero tampoco sucede nada. Y así sucesivamente.
-Bueno, ya llegará el momento.
-Eso es lo malo, ni siquiera sé si algún día llegará. Es la incertidumbre lo que me mata. Y ya no sé que hacer, porque no puedo quedarme quieta mientras no sé a dónde se dirige. Pensando en si vencerá al miedo y se quedará a mi lado o si por el contrario se aleja cada vez más…
-Bueno, ya llegará el momento.
-Eso es lo malo, ni siquiera sé si algún día llegará. Es la incertidumbre lo que me mata. Y ya no sé que hacer, porque no puedo quedarme quieta mientras no sé a dónde se dirige. Pensando en si vencerá al miedo y se quedará a mi lado o si por el contrario se aleja cada vez más…
Recuerdo.
Y miro atrás, y consigo recordar que soy feliz.
Recuerdo que estoy donde quiero estar, que hay personas a las que realmente importo. Recuerdo mi infancia, mis malas rachas de la vida, pero después recuerdo las buenas. Y recuerdo porqué merece la pena estar aquí.
Recuerdo momentos al lado de mis hermanos, de mis amigos, de mis más que amigos, recuerdo momentos a tu lado. Y recuerdo también que estarás ahí pase lo que pase. Y consigo sonreír sinceramente por un momento, y recuerdo cuando podía hacerlo continuamente, sin la necesidad de que tú estés en mi cabeza o a mi lado.
Y me siento egoísta, más que nunca, por no haber aprendido a sonreír correctamente.
Y entonces recuerdo que no podré olvidarte nunca.
Y me asoma una lágrima en los ojos, y me odio por estar haciéndote esto. Y siento un pinchazo. Dos. Tres. No cesan. Y quién sabe si cesarán algún día.
Entonces... ¿Soy feliz? Ya no sé que recuerdos invento y cuales son ciertos...
Recuerdo que estoy donde quiero estar, que hay personas a las que realmente importo. Recuerdo mi infancia, mis malas rachas de la vida, pero después recuerdo las buenas. Y recuerdo porqué merece la pena estar aquí.
Recuerdo momentos al lado de mis hermanos, de mis amigos, de mis más que amigos, recuerdo momentos a tu lado. Y recuerdo también que estarás ahí pase lo que pase. Y consigo sonreír sinceramente por un momento, y recuerdo cuando podía hacerlo continuamente, sin la necesidad de que tú estés en mi cabeza o a mi lado.
Y me siento egoísta, más que nunca, por no haber aprendido a sonreír correctamente.
Y entonces recuerdo que no podré olvidarte nunca.
Y me asoma una lágrima en los ojos, y me odio por estar haciéndote esto. Y siento un pinchazo. Dos. Tres. No cesan. Y quién sabe si cesarán algún día.
Entonces... ¿Soy feliz? Ya no sé que recuerdos invento y cuales son ciertos...
lunes, 22 de marzo de 2010
Superstar.
So dim that spotlight, tell me things like 'I can't take my eyes off of you'.
I'm no one special; just another wide eyed girl who's desperately in love with you.
I'm no one special; just another wide eyed girl who's desperately in love with you.
Fotografía.
Y me quedo horas mirando tu foto, la única que tengo, tratando de sacarte algún defecto. Pero o no hay ninguno, o el pasatiempo es demasiado complicado para alguien que se deja llevar por sus sentimientos de esta manera.
Por desgracia mi cuerpo me pide verte. Por desgracia, la pantalla del teléfono no hace que tus ojos brillen menos. Ni que no me atraigas cómo si fueses mi polo opuesto, ni que deje de desear arrancarte la camiseta a mordiscos.
Y mi conciencia, hecha un lío, me pide unas tijeras para cortar el hilo que le une al corazón. No quiere más dolores de cabeza.
-“No sientas, no sientas, no sientas, no sientas, no sientas, no sientas, no sientas,…”
Me dice mi conciencia. Pero el corazón es más fuerte.
Por desgracia mi cuerpo me pide verte. Por desgracia, la pantalla del teléfono no hace que tus ojos brillen menos. Ni que no me atraigas cómo si fueses mi polo opuesto, ni que deje de desear arrancarte la camiseta a mordiscos.
Y mi conciencia, hecha un lío, me pide unas tijeras para cortar el hilo que le une al corazón. No quiere más dolores de cabeza.
-“No sientas, no sientas, no sientas, no sientas, no sientas, no sientas, no sientas,…”
Me dice mi conciencia. Pero el corazón es más fuerte.
Imaginación vs Realidad.
Y tú, apareciste como el viento, poniendo mi vida patas arriba con la simple fuerza de un suspiro. Y a mí, cómo árbol frágil que soy, se me cayeron las hojas al estremecerme de placer con el aire entre mis ramas.
Y aquí me ves, desvariando, tratando de sacar algo en claro en mi pequeña cabeza. Intentando estarme quietecita, sin hacer nada de ruido, para acercarme más a ti. Aunque sé que no lo consigo.
Y miro otra vez el reloj, y veo la hora. Y pienso. Pienso en qué voy a hacer hasta que amanezca, la cama hoy no sería buena compañía. Y bajo el volumen de la música, porque por mucho que quiera subirlo hasta escuchar mis tímpanos reventar, no quiero molestar a los demás.
Probablemente juegue demasiado a soñar despierta, pero mi imaginación es el lugar más seguro. La realidad me está buscando y no puedo dejar que me encuentre si no quiero que me destroce, como hace con todo aquél que se cruza por su camino. Y allí, escondo secretos que en caso de que la realidad me encuentre a mí, nunca descubrirá.
No puedo evitar querer que me cojas de la mano y me lleves a otro lugar donde estemos tu y yo solos. No puedo evitar querer permanecer en tus brazos durante toda la noche, sin que me sueltes un sólo segundo. No puedo evitar querer besarte el cuello cada vez que te veo, pero evito hacerlo. Porque te entiendo. Perdona si alguna vez se me escapa.
Y aquí me ves, desvariando, tratando de sacar algo en claro en mi pequeña cabeza. Intentando estarme quietecita, sin hacer nada de ruido, para acercarme más a ti. Aunque sé que no lo consigo.
Y miro otra vez el reloj, y veo la hora. Y pienso. Pienso en qué voy a hacer hasta que amanezca, la cama hoy no sería buena compañía. Y bajo el volumen de la música, porque por mucho que quiera subirlo hasta escuchar mis tímpanos reventar, no quiero molestar a los demás.
Probablemente juegue demasiado a soñar despierta, pero mi imaginación es el lugar más seguro. La realidad me está buscando y no puedo dejar que me encuentre si no quiero que me destroce, como hace con todo aquél que se cruza por su camino. Y allí, escondo secretos que en caso de que la realidad me encuentre a mí, nunca descubrirá.
No puedo evitar querer que me cojas de la mano y me lleves a otro lugar donde estemos tu y yo solos. No puedo evitar querer permanecer en tus brazos durante toda la noche, sin que me sueltes un sólo segundo. No puedo evitar querer besarte el cuello cada vez que te veo, pero evito hacerlo. Porque te entiendo. Perdona si alguna vez se me escapa.
domingo, 21 de marzo de 2010
White horse.
I'm not a princess, this ain't a fairytale, this ain't Hollywood this is a small town...I am a dreamer...
Romeo & Juliet
We were both young when I first saw you
I close my eyes
And the flashback starts
I'm standing there
On a balcony in summer air
See the lights,
See the party, the ball gowns
I see you make your way through the crowd
And say hello
Little did I know
That you were Romeo you were throwing pebbles
And my daddy said stay away from Juliet
And I was crying on the staircase
Begging you please don't go, and I said:
"Romeo take me somewhere we can be alone
I'll be waiting all there's left to do is run
You'll be the prince and I'll be the princess
It's a love story baby just say yes"
So I sneak out to the garden to see you
We keep quiet cause we're dead if they know
So close your eyes
Escape this town for a little while
Cause you were Romeo I was a scarlet letter
And my daddy said stay away from Juliet
But you were everything to me
I was begging you please don't go and I said:
"Romeo take me somewhere we can be alone
I'll be waiting all there's left to do is run
You'll be the prince and I'll be the princess
It's a love story baby just say yes
Romeo save me, they try to tell me how to feel
This love is difficult, but it's real,
Don't be afraid
We'll make it out of this mess
It's a love story baby just say yes"
I got tired of waiting
Wondering if you were ever coming around
My faith in you was fading
When I met you on the outskirts of town and I said:
"Romeo save me I've been feeling so alone
I keep waiting for you but you never come
Is this in my head, I don't know what to think
He knealt to the ground and pulled out a ring"
And said:
"Marry me Juliet you'll never have to be alone
I love you and that's all I really know
I talked to your dad go pick out a white dress
It's a love story baby just say yes"
Cause we were both young when I first saw you
La canción no es un temazo, pero la letra es preciosa. (¡¡Y el vestido de la chica también!!).
Siempre me ha encantado Shakespeare...y en especial Romeo y Julieta. Soy una romántica, que se le va a hacer.
sábado, 20 de marzo de 2010
¿Querías saber porqué tú?
Porque eres inteligente, tienes la cabeza bien amueblada. Eres maduro. Porque eres misterioso hasta en las cosas más insignificantes, conocerte es todo un reto. Y me gustan los retos.
Porque tus ojos son lo más bonito que he visto en este mundo, y me encanta perderme en ellos cuando tú no miras. Porque cuando sonríes no soy capaz de girar la cabeza. Porque me encanta tu voz.
Porque cuando doblas la esquina para irte el mundo parece vacío y cuando la doblas para volver de repente se me ilumina la mirada y no puedo evitar sonreír.
Porque observo todos y cada uno de tus gestos y aún no he descubierto ninguno que no me guste.
Porque me encanta cuando me quedo pillada mirando al infinito y tú me sacas de mi cabeza. Porque tus andares son característicos y me encantan. Porque cuando te vi dormido no podía dejar de pensar en lo guapo que estabas.
Porque eres distinto al resto. Porque nuestra relación es distinta a las demás, nuestra complicidad es absoluta.
Porque el estómago se me cierra cuando estás a mi lado. Porque eres todo, porque estás en todo, en cada momento de mi vida.
Porque me gustas. ¿Qué digo? Me encantas. Y no puedo evitarlo.
Porque tus ojos son lo más bonito que he visto en este mundo, y me encanta perderme en ellos cuando tú no miras. Porque cuando sonríes no soy capaz de girar la cabeza. Porque me encanta tu voz.
Porque cuando doblas la esquina para irte el mundo parece vacío y cuando la doblas para volver de repente se me ilumina la mirada y no puedo evitar sonreír.
Porque observo todos y cada uno de tus gestos y aún no he descubierto ninguno que no me guste.
Porque me encanta cuando me quedo pillada mirando al infinito y tú me sacas de mi cabeza. Porque tus andares son característicos y me encantan. Porque cuando te vi dormido no podía dejar de pensar en lo guapo que estabas.
Porque eres distinto al resto. Porque nuestra relación es distinta a las demás, nuestra complicidad es absoluta.
Porque el estómago se me cierra cuando estás a mi lado. Porque eres todo, porque estás en todo, en cada momento de mi vida.
Porque me gustas. ¿Qué digo? Me encantas. Y no puedo evitarlo.
¿Existe el destino?
No lo tengo claro, la verdad. Quizás sea cierto que haya ciertas cosas que tienen que pasar y punto, como cuando se te cae un vaso, no se rompe, y al apoyarlo en la mesa se hace añicos. El vaso tenía que romperse. Pero si existiese el destino, ¿no estarían todas las cosas sujetas a él? Entonces lo que tenga que pasar, pasará...
Yo no creo en el destino, lo que creo es que no se le pueden poner diques al mar. O mejor dicho, claro que se pueden poner. Pero no merece la pena. El mar es precioso, y verlo puede ser una experiencia alucinante.
Yo también tengo miedo. Eso no lo dudes. Probablemente más del que he tenido en mucho tiempo. Pero confío en ti. Sé que no dejarías que los miedos se trasladasen a la realidad. Y yo tampoco.
Lo siento, yo no elijo...
Yo no creo en el destino, lo que creo es que no se le pueden poner diques al mar. O mejor dicho, claro que se pueden poner. Pero no merece la pena. El mar es precioso, y verlo puede ser una experiencia alucinante.
Yo también tengo miedo. Eso no lo dudes. Probablemente más del que he tenido en mucho tiempo. Pero confío en ti. Sé que no dejarías que los miedos se trasladasen a la realidad. Y yo tampoco.
Lo siento, yo no elijo...
viernes, 19 de marzo de 2010
Conversación IV. Desistir.
-¿Entonces qué va a pasar? ¿Vais a estar así toda la vida?
-No lo sé. Yo tengo miedo, pero tengo las cosas muy claras: quien no arriesga, no gana. No es a mí a quien tienes que preguntar eso.
-¡Pues haz algo!
-No hay nada que yo pueda hacer. Yo sólo puedo esperar, él ya sabe lo que siento.
-Habla con él. La situación es complicada, pero podría funcionar perfectamente.
-Nunca hablamos claramente. Si bien es cierto que sería lo mejor, llegar juntos a una conclusión, pero él no va a hacerlo. Así pues dejaré pasar el tiempo hasta que él me diga algo, si es que lo hace.
-No hagas eso, le perderás.
-Estoy cansada de luchar. Además, no se puede perder algo que nunca has tenido.
-No lo sé. Yo tengo miedo, pero tengo las cosas muy claras: quien no arriesga, no gana. No es a mí a quien tienes que preguntar eso.
-¡Pues haz algo!
-No hay nada que yo pueda hacer. Yo sólo puedo esperar, él ya sabe lo que siento.
-Habla con él. La situación es complicada, pero podría funcionar perfectamente.
-Nunca hablamos claramente. Si bien es cierto que sería lo mejor, llegar juntos a una conclusión, pero él no va a hacerlo. Así pues dejaré pasar el tiempo hasta que él me diga algo, si es que lo hace.
-No hagas eso, le perderás.
-Estoy cansada de luchar. Además, no se puede perder algo que nunca has tenido.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Extremos.
Otra tarde más, tirada en la cama escribiendo, desahogándome. Con la poesía de las letras de Extremoduro saliendo por los altavoces. Fumando sin parar con la esperanza de que la burbuja que me envuelve explote de una vez.
Llaman a la puerta, pero hoy no estoy para nadie. Podría explotar el mundo que yo, inmersa en mi cabeza, no iba a inmutarme.
Poco a poco el sol se va escondiendo, huyendo de la luna que no deja de perseguirle. Pero el humo de mi habitación me impide ver nada más lejano que la punta de mi nariz. Y sigo ajena al resto, hurgando en mi memoria, totalmente absorbida por mis sentimientos y mis pensamientos. Aunque quizás haya mas niebla en mi cabeza que en la habitación.
Tú, harta de tanta duda. Yo, de preguntarle al viento. Tú, que donde conocí a la luna. Yo, que en que coños ocupo el tiempo... En salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas, hablar con la gente y llegar a la cama y joder que guarrada sin tí.
Llaman a la puerta, pero hoy no estoy para nadie. Podría explotar el mundo que yo, inmersa en mi cabeza, no iba a inmutarme.
Poco a poco el sol se va escondiendo, huyendo de la luna que no deja de perseguirle. Pero el humo de mi habitación me impide ver nada más lejano que la punta de mi nariz. Y sigo ajena al resto, hurgando en mi memoria, totalmente absorbida por mis sentimientos y mis pensamientos. Aunque quizás haya mas niebla en mi cabeza que en la habitación.
Tú, harta de tanta duda. Yo, de preguntarle al viento. Tú, que donde conocí a la luna. Yo, que en que coños ocupo el tiempo... En salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas, hablar con la gente y llegar a la cama y joder que guarrada sin tí.
La razón.
Y paro. Busco en la ropa. La he perdido, y ya no puedo darme la vuelta para intentar encontrarla. Miro atrás, nostálgica. Y repaso mi memoria tratando de encontrar el momento del camino en que la razón se me escurrió de mis bolsillos, cayendo en la cuenta de que fue en el momento exacto en que llegaste a mi vida.
Puede que esté loca. Como una cabra. Pero me merece la pena si es por tenerte a mi lado en el camino.
Puede que esté loca. Como una cabra. Pero me merece la pena si es por tenerte a mi lado en el camino.
Necesito hacerte entender...
No sé cómo hacerte entender que no puedo hacerlo todo sola. Necesito tu ayuda para que esto salga bien. Entiendo lo que se te pasa por la cabeza, pero para conseguir lo que quiero, debo arriesgar. Sé que saldrá bien. Encontraremos una solución. Juntos.
"Favorable, sí, porque dí, ¿Qué hay más favorable y rentable que buscar vivir feliz? Un hombre ha de ser valiente, y consecuente, donde te lleve la corriente no tiene porqué ser necesariamente el sitio que más te conviene; y eso, no es ser rebelde, eso es quererse. A veces escuchamos frases y no terminamos de entender su mensaje ¿Prefieres arrepentirte de lo que hiciste, o de lo que nunca te atreviste a hacer porque fuiste cobarde?"
"...Crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera, todo es mucho más complejo. Responsabilidades, luchas, deberes, sonreír cuando no te apetece. Mentir para no hacer daño a la gente que quieres, fingir cuando perfectamente sabes que te mienten. ¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres? ¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?. He sido un cobarde disfrazado de valiente, siempre pendiente del qué dirá la gente. Escondo mis miedos para parecer fuerte, pero ya no más, es hora de ser consecuente porque, porque creo que lo he visto, amigo y..
Quizás la clave para ser realmente libre sea reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites. Ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido.
Quizás la clave para ser realmente libre sea reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites. No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo
Con este tema me hago una promesa, y es hacer lo que sea para encontrar soluciones no problemas. Sé que no soy perfecto, bien, no me castigaré más por no serlo..."
El Chojín. Para mí es como... y Ríe cuando puedas
"Favorable, sí, porque dí, ¿Qué hay más favorable y rentable que buscar vivir feliz? Un hombre ha de ser valiente, y consecuente, donde te lleve la corriente no tiene porqué ser necesariamente el sitio que más te conviene; y eso, no es ser rebelde, eso es quererse. A veces escuchamos frases y no terminamos de entender su mensaje ¿Prefieres arrepentirte de lo que hiciste, o de lo que nunca te atreviste a hacer porque fuiste cobarde?"
"...Crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera, todo es mucho más complejo. Responsabilidades, luchas, deberes, sonreír cuando no te apetece. Mentir para no hacer daño a la gente que quieres, fingir cuando perfectamente sabes que te mienten. ¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres? ¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?. He sido un cobarde disfrazado de valiente, siempre pendiente del qué dirá la gente. Escondo mis miedos para parecer fuerte, pero ya no más, es hora de ser consecuente porque, porque creo que lo he visto, amigo y..
Quizás la clave para ser realmente libre sea reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites. Ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido.
Quizás la clave para ser realmente libre sea reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites. No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo
Con este tema me hago una promesa, y es hacer lo que sea para encontrar soluciones no problemas. Sé que no soy perfecto, bien, no me castigaré más por no serlo..."
El Chojín. Para mí es como... y Ríe cuando puedas
martes, 16 de marzo de 2010
Y así, la oruga se convirtió en mariposa.
Otra vuelta más. Empieza a entrar luz por la ventana. Seguidamente me estiro aunque sé que estoy perfectamente espabilada y miro el reloj. Las 7 de la mañana. Antes de que suene, apago el despertador y palpo la mesa buscando mi cajetilla de tabaco, sin éxito. Me fumé el último hace un par de horas. Suspiro.
Salgo de la cama y me acerco al baño. Me miro en el espejo. Las ojeras empiezan a verse mucho más profundas que hace unos meses. Estoy cambiando. La madurez ha venido acompañada por sus problemas, y con éstos, las noches en vela.
Vuelvo a la habitación, estiro el nórdico y me echo encima. Y pienso. Pienso en el tiempo atrás. Pienso en las peleas con mis hermanos, en mi primer beso, mi primera vez. Pienso en cuando te conocí. Y me doy cuenta de que me has visto crecer.
Me has visto fallar. Me has visto llorar y reír. Me has visto aguantar y ser inaguantable. Has visto cómo, poco a poco, me daba cuenta de lo que era correcto e incorrecto, de lo que estaba bien y de lo que estaba mal. Sonrío. Parece mentira que haya pasado ya tanto tiempo.
Salgo de la cama y me acerco al baño. Me miro en el espejo. Las ojeras empiezan a verse mucho más profundas que hace unos meses. Estoy cambiando. La madurez ha venido acompañada por sus problemas, y con éstos, las noches en vela.
Vuelvo a la habitación, estiro el nórdico y me echo encima. Y pienso. Pienso en el tiempo atrás. Pienso en las peleas con mis hermanos, en mi primer beso, mi primera vez. Pienso en cuando te conocí. Y me doy cuenta de que me has visto crecer.
Me has visto fallar. Me has visto llorar y reír. Me has visto aguantar y ser inaguantable. Has visto cómo, poco a poco, me daba cuenta de lo que era correcto e incorrecto, de lo que estaba bien y de lo que estaba mal. Sonrío. Parece mentira que haya pasado ya tanto tiempo.
lunes, 15 de marzo de 2010
Psicólogo.
Loca.
¿Rompecabezas? Por más que practico con ellos, no consigo solucionarlos antes.
No sé si yo encojo o si el resto se hace mas grande. Quizás me esté volviendo loca y todo esto tan sólo sea fruto de mi enrevesado subconsciente. Una imagen, un pensamiento. Una lágrima, o quizás una sonrisa, no lo sé, ya no las distingo. Tantas lágrimas escondidas entre sonrisas sinceras.
¿Qué se esconde tras esos ojos? Quizás simplemente deba aprender a vivir con la curiosidad y la incertidumbre.
Una pesadilla. Un autobús rojo, Londres. Un puente rojo, California. Un acueducto, estoy en Segovia. ¿Y ahora? ¿Ahora donde estoy?
Como un buen amigo diría: Quizás la vida solo sea un sube y baja continuo en el que, cuando estás en lo más alto, no eres capaz de imaginarte la bajada que te espera.
No sé si yo encojo o si el resto se hace mas grande. Quizás me esté volviendo loca y todo esto tan sólo sea fruto de mi enrevesado subconsciente. Una imagen, un pensamiento. Una lágrima, o quizás una sonrisa, no lo sé, ya no las distingo. Tantas lágrimas escondidas entre sonrisas sinceras.
¿Qué se esconde tras esos ojos? Quizás simplemente deba aprender a vivir con la curiosidad y la incertidumbre.
Una pesadilla. Un autobús rojo, Londres. Un puente rojo, California. Un acueducto, estoy en Segovia. ¿Y ahora? ¿Ahora donde estoy?
Como un buen amigo diría: Quizás la vida solo sea un sube y baja continuo en el que, cuando estás en lo más alto, no eres capaz de imaginarte la bajada que te espera.
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domingo, 14 de marzo de 2010
Argh.
-Yo me rindo. Como diría Quino, que se pare el mundo, que yo me bajo. No puedo más, lo siento. No puedo obligar a nadie a quererme, no puedo tratar de acercarme y llevarme siempre un rechazo, porque duele, duele mucho. Tengo ganas de gritarle al universo, necesito una explicación.
-Vamos, dices eso porque, como tu has dicho, duele mucho. Pero sabes que le esperarás todo el tiempo que haga falta.
-Sí... Eso es lo peor. Ya ni siquiera puedo decidir si quiero o no quiero esperarle, mi cuerpo me pide que lo haga.
-Vamos, dices eso porque, como tu has dicho, duele mucho. Pero sabes que le esperarás todo el tiempo que haga falta.
-Sí... Eso es lo peor. Ya ni siquiera puedo decidir si quiero o no quiero esperarle, mi cuerpo me pide que lo haga.
sábado, 13 de marzo de 2010
Enzimas
Odio la frase "tiempo al tiempo" con todas mis fuerzas. La odio más aún que cuando te veo y no puedo besarte.
¿Y si uso enzimas? Las enzimas aceleran los procesos...
¿Y si uso enzimas? Las enzimas aceleran los procesos...
viernes, 12 de marzo de 2010
¡Hazlo!
¡Te quiero! ¿Es que no lo entiendes?
Vamos, olvida el resto, sólo contamos tu y yo... Saldrá bien, te lo prometo. Y siempre cumplo mis promesas.
Sé que la situación es complicada, no creas que no me he dado cuenta. Pero no hay nada imposible. Todo está hablado.
¿Qué tal si nos perdemos solos en algún lugar del mundo? Dime que sí y desapareceremos del mapa.
Lánzate. No tengas miedo... Estaré a tu lado.
Vamos, olvida el resto, sólo contamos tu y yo... Saldrá bien, te lo prometo. Y siempre cumplo mis promesas.
Sé que la situación es complicada, no creas que no me he dado cuenta. Pero no hay nada imposible. Todo está hablado.
¿Qué tal si nos perdemos solos en algún lugar del mundo? Dime que sí y desapareceremos del mapa.
Lánzate. No tengas miedo... Estaré a tu lado.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Perdida.
-¿Sabes? Odio estar enamorada. Nunca me ha gustado depender de nadie, desde bien pequeña trataba a la soledad de tú a tú. Y ahora que es mi felicidad lo que está en juego, tengo miedo. Terror. Pánico. Miedo de lo que me espera en el siguiente tramo del trayecto. Miedo a no tomar el camino correcto, a perderme y no saber salir. ¿Eh? Espera. Por aquí ya he pasado antes…
martes, 9 de marzo de 2010
Amor.
Si algo echo de menos de mis relaciones es hacer el amor. No el sexo, sino hacer el amor. Son conceptos bien distintos. El sexo está vacío, es sólo diversión. Sin embargo hacer el amor es la mejor sensación que hay en el mundo. Es un acto lleno de complicidad, lleno de miradas que rebosan significados. Los besos son sinónimo de pasión, las caricias de amor. Cuando el corazón te late a la velocidad de la luz, no por el calor ni por el cansancio, sino por el continuo tráfico de sentimientos entre los dos cuerpos. Cómo el besar el cuello puede convertirse en lo más bonito que jamás hayas hecho. El momento en que la excitación puede contigo y abrazas su cuerpo, queriendo no despegarte nunca de él.
El principio siempre es lo mejor de todo. Cómo un abrazo pasa a ser un beso, y éste llega a rebosar amor, pasión y excitación. Cómo le quitas la camiseta, deseando acariciar, rozar. Ese momento en que te das cuenta de lo que va a pasar, y sonríes. Juntos, bajo las sábanas, para que no se escape nada del amor, del calor que nos mantiene unidos. Jugar, reír, besar, abrazar, morder, acariciar, sentir, amar.
Necesito que me hagas el amor.
El principio siempre es lo mejor de todo. Cómo un abrazo pasa a ser un beso, y éste llega a rebosar amor, pasión y excitación. Cómo le quitas la camiseta, deseando acariciar, rozar. Ese momento en que te das cuenta de lo que va a pasar, y sonríes. Juntos, bajo las sábanas, para que no se escape nada del amor, del calor que nos mantiene unidos. Jugar, reír, besar, abrazar, morder, acariciar, sentir, amar.
Necesito que me hagas el amor.
lunes, 8 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
Basta.
Tic-tac. El tiempo pasa.
Cada palabra que decimos, cada gesto que hacemos, cada cosa que vemos, escuchamos, olemos, todo lo que probamos, absolutamente todo lo que ocurre, determina lo que está por ocurrir.
Siempre que hacemos algo, que tomamos una decisión, hay algo que ha ocurrido sin lo que dicha decisión no habría sido tomada.
Y yo te pregunto:
¿Qué tiene que ocurrir para que olvides los tópicos y me lances sobre la cama?
Cada palabra que decimos, cada gesto que hacemos, cada cosa que vemos, escuchamos, olemos, todo lo que probamos, absolutamente todo lo que ocurre, determina lo que está por ocurrir.
Siempre que hacemos algo, que tomamos una decisión, hay algo que ha ocurrido sin lo que dicha decisión no habría sido tomada.
Y yo te pregunto:
¿Qué tiene que ocurrir para que olvides los tópicos y me lances sobre la cama?
jueves, 4 de marzo de 2010
Estúpida locura.
Yo ya no sé que pensar. Paseo por mi cabeza, que parece un laberinto. Y me pierdo. Y cuando parece que consigo salir, vuelvo a perderme. Y así una y otra vez, hasta que el desconcierto puede conmigo. Y peleo con él, e intento entender. Pero siempre me puede, y la incertidumbre y el dolor vuelven. O mejor dicho, nunca se van, son espectadores, que se ríen de mí a cada patada que me da la vida.
Y me despierto, como siempre. Cada día es lo mismo. Yo, sola con mis pensamientos. Sin que nadie más pueda saber lo que se me pasa por la cabeza.
Y vuelvo a pelear, sin descanso. Sin tregua alguna.
Escucho voces. Me gritan. Me odian. Y una melodía suena de fondo. Esa melodía que tan bien conozco, que se aleja... Para no volver nunca.
Y entonces te veo. A ti. Te escucho. Resaltas entre la multitud. Tú, el único que, sin saber nada, me calma y consigue sacarme de mi cabeza, que trata de engullirme sin cesar. Y por un pequeño fragmento de tiempo, el mundo se para, todo queda en silencio, y consigo olvidarme del resto. Sólo pienso en ti.
Y me despierto, como siempre. Cada día es lo mismo. Yo, sola con mis pensamientos. Sin que nadie más pueda saber lo que se me pasa por la cabeza.
Y vuelvo a pelear, sin descanso. Sin tregua alguna.
Escucho voces. Me gritan. Me odian. Y una melodía suena de fondo. Esa melodía que tan bien conozco, que se aleja... Para no volver nunca.
Y entonces te veo. A ti. Te escucho. Resaltas entre la multitud. Tú, el único que, sin saber nada, me calma y consigue sacarme de mi cabeza, que trata de engullirme sin cesar. Y por un pequeño fragmento de tiempo, el mundo se para, todo queda en silencio, y consigo olvidarme del resto. Sólo pienso en ti.
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miércoles, 3 de marzo de 2010
El hombre perfecto.
Y la miro, ajeno a la conversación. Es perfecta. Allí, riendo con sus amigas de algún chiste malo. Y pienso en la suerte que tengo de tenerla. En ese momento me devuelve la mirada y me sonríe, pícara, alegre, como es ella. Abre la boca y hace muecas con los labios. No le entiendo. Entonces lo grita:
-¡Que te quiero!
Le sonrío. No puedo dejar de mirarla. Allí está, con sus botas marrones y sus vaqueros. Con una camiseta sencilla. Así, sencilla, como es ella. Sencilla pero perfecta.
Abro el móvil y le escribo. Guapa. Eres perfecta. Pero yo te quiero más. Enviar. Se escucha un bip. Le ha llegado. Abre el móvil, sorprendida, y se ríe. Se levanta de la silla y se acerca. Y me besa. Se para el mundo.
-No te lo crees ni tú.- me dice.
-Te quiero.
-Y yo a ti, pequeño.
Y así, ambos con una sonrisa aún más grande, ella vuelve a su sitio mientras él continúa su conversación.
-¡Que te quiero!
Le sonrío. No puedo dejar de mirarla. Allí está, con sus botas marrones y sus vaqueros. Con una camiseta sencilla. Así, sencilla, como es ella. Sencilla pero perfecta.
Abro el móvil y le escribo. Guapa. Eres perfecta. Pero yo te quiero más. Enviar. Se escucha un bip. Le ha llegado. Abre el móvil, sorprendida, y se ríe. Se levanta de la silla y se acerca. Y me besa. Se para el mundo.
-No te lo crees ni tú.- me dice.
-Te quiero.
-Y yo a ti, pequeño.
Y así, ambos con una sonrisa aún más grande, ella vuelve a su sitio mientras él continúa su conversación.
Moccia.
Finales de septiembre.
-Alex, mira... Mira... ¡No tengo miedo!
Niki está en lo alto de un peñasco, completamente desnuda, recortada por el sol que se encuentra a sus espaldas. Sonríe a contraluz y grita:
-¡Me tirooo! -y salta al vacío.
Su melena oscura con algunas mechas aclaradas por el sol y el mar, por todos esos días que han pasado en la isla, la sigue ligeramente rezagada. ¡Plof! Está en el agua. Mil burbujas en torno a ella, que desaparece en el azul del mar.
Alex sonríe y sacude la cabeza, divertido.
-No me lo creo, no me lo creo...
Se levanta de un peñasco más bajo donde estaba leyendo el periódico y se tira también. En un abrir y cerrar de ojos, emerge junto a las burbujitas y la ve reaparecer risueña.
-Entonces, ¿qué?, ¿te ha gustado? Tú no te atreves...
-Pero ¿qué dices?
-En ese caso, vamos, prueba... No tengo todo el día...
Se ríen divertidos y se abrazan, desnudos, agitando los pies bajo el agua a toda velocidad para mantenerse a flote. Se dan un beso salado, prolongado, suave, con el sabor dulce del amor. Sus cuerpos calientes se aproximan y se unen en el agua fresca. Están solos. Solos en medio del mar. Y un beso, y otro, y otro más. De repente se levanta una ráfaga de viento. El periódico sale volando, abandona el peñasco, se levanta, revolotea a lo lejos, arriba, más arriba, como una cometa sin hilo que, furiosa y rebelde, se abre de repente desplegando sus alas y parece multiplicarse en otros diarios idénticos que, plof, se abren también con el viento y a continuación caen en picado sobre Alex y Niki.
-¡Nooo! Mi periódico...
-¡Qué más da, Alex! ¿Hay algo indispensable que debas saber?
Se separan y nadan veloces para recoger las páginas mojadas: anuncios, malas noticias, datos económicos, crónicas, política y espectáculos.
-Aquí está, ¿ves?..., es mi periódico...
Pero el interés dura un instante, Alex esboza una sonrisa. Es cierto, ¿Qué debería saber? ¿Qué necesito? Nada. Lo tengo todo. La tengo a ella.
Fragmento del libro "Perdona pero quiero casarme contigo" de Federico Moccia.
-Alex, mira... Mira... ¡No tengo miedo!
Niki está en lo alto de un peñasco, completamente desnuda, recortada por el sol que se encuentra a sus espaldas. Sonríe a contraluz y grita:
-¡Me tirooo! -y salta al vacío.
Su melena oscura con algunas mechas aclaradas por el sol y el mar, por todos esos días que han pasado en la isla, la sigue ligeramente rezagada. ¡Plof! Está en el agua. Mil burbujas en torno a ella, que desaparece en el azul del mar.
Alex sonríe y sacude la cabeza, divertido.
-No me lo creo, no me lo creo...
Se levanta de un peñasco más bajo donde estaba leyendo el periódico y se tira también. En un abrir y cerrar de ojos, emerge junto a las burbujitas y la ve reaparecer risueña.
-Entonces, ¿qué?, ¿te ha gustado? Tú no te atreves...
-Pero ¿qué dices?
-En ese caso, vamos, prueba... No tengo todo el día...
Se ríen divertidos y se abrazan, desnudos, agitando los pies bajo el agua a toda velocidad para mantenerse a flote. Se dan un beso salado, prolongado, suave, con el sabor dulce del amor. Sus cuerpos calientes se aproximan y se unen en el agua fresca. Están solos. Solos en medio del mar. Y un beso, y otro, y otro más. De repente se levanta una ráfaga de viento. El periódico sale volando, abandona el peñasco, se levanta, revolotea a lo lejos, arriba, más arriba, como una cometa sin hilo que, furiosa y rebelde, se abre de repente desplegando sus alas y parece multiplicarse en otros diarios idénticos que, plof, se abren también con el viento y a continuación caen en picado sobre Alex y Niki.
-¡Nooo! Mi periódico...
-¡Qué más da, Alex! ¿Hay algo indispensable que debas saber?
Se separan y nadan veloces para recoger las páginas mojadas: anuncios, malas noticias, datos económicos, crónicas, política y espectáculos.
-Aquí está, ¿ves?..., es mi periódico...
Pero el interés dura un instante, Alex esboza una sonrisa. Es cierto, ¿Qué debería saber? ¿Qué necesito? Nada. Lo tengo todo. La tengo a ella.
Fragmento del libro "Perdona pero quiero casarme contigo" de Federico Moccia.
Historia de amor.
Y aquí un video que me han pasado sobre Lucas y Sara, de la serie de antena 3 "Los hombres de Paco". La serie es una bobada, y la canción del vídeo no me gusta, pero la historia de amor entre los dos es preciosa.
-Lucas, ¿tu crees que va a llover?
-No es que vaya a llover. Es que van a caer chuzos de punta.
Bonita forma de decir "te quiero". Algún día...
-Lucas, ¿tu crees que va a llover?
-No es que vaya a llover. Es que van a caer chuzos de punta.
Bonita forma de decir "te quiero". Algún día...
Comercial.
Un anuncio que me ha pasado un amigo del que desconozco el producto o la marca que lo anuncia, pero de verdad, alucinante.
Aquí el ganador al festival de Cannes.
Y aquí un anuncio buenísimo de Coca Cola.
lunes, 1 de marzo de 2010
Pánico
¿Y bien? ¿Eso es todo?
Miedo. No cobardía, sino miedo. Un miedo que trato de afrontar, pero que cada vez que lo intento, y fallo, se hace mas fuerte. Poco a poco se hace más grande, alimentándose de mis sentimientos, como un monstruo de dibujos animados.
Nunca he sido demasiado valiente. Desde bien pequeña me metía debajo de las sábanas cuando las paredes de casa crujían. Cuando mi hermano me arrastraba al pasillo de mi casa, largo, viejo y oscuro, y me metía miedo en la oscuridad, me sentaba allí y me quedaba llorando, esperando a que alguien viniese y encendiese la luz. Pero eso ya no me asusta. Al menos no tanto como antes. Ahora me acecha otro tipo de miedo, más adulto, más fuerte.El miedo a enamorarme.
Pero, ¿qué es el miedo a enamorarse sino miedo al dolor? Miedo a que te hagan daño, a notar como te rompes en fragmentos de medio milímetro sin que nadie más que tú pueda verlo o sentirlo. Miedo a que jamás puedas sentir el roce de su piel contra la tuya.
Y ahora, como me he cansado de esconderme, empiezo a hacerle frente. Aunque de momento me lleva ventaja.
Miedo. No cobardía, sino miedo. Un miedo que trato de afrontar, pero que cada vez que lo intento, y fallo, se hace mas fuerte. Poco a poco se hace más grande, alimentándose de mis sentimientos, como un monstruo de dibujos animados.
Nunca he sido demasiado valiente. Desde bien pequeña me metía debajo de las sábanas cuando las paredes de casa crujían. Cuando mi hermano me arrastraba al pasillo de mi casa, largo, viejo y oscuro, y me metía miedo en la oscuridad, me sentaba allí y me quedaba llorando, esperando a que alguien viniese y encendiese la luz. Pero eso ya no me asusta. Al menos no tanto como antes. Ahora me acecha otro tipo de miedo, más adulto, más fuerte.El miedo a enamorarme.
Pero, ¿qué es el miedo a enamorarse sino miedo al dolor? Miedo a que te hagan daño, a notar como te rompes en fragmentos de medio milímetro sin que nadie más que tú pueda verlo o sentirlo. Miedo a que jamás puedas sentir el roce de su piel contra la tuya.
Y ahora, como me he cansado de esconderme, empiezo a hacerle frente. Aunque de momento me lleva ventaja.
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