viernes, 26 de marzo de 2010

Volviste.

Ah, aquí estás de nuevo. Comenzaba a echarte de menos. Es extraño que sólo aparezcas cuando esos ojos me capturan por la noche, haciendo que ignore el resto, hipnotizándome por completo. O cuando mis brazos actúan por si solos y le sostienen entre ellos, y estoy tan a gusto que me olvido de que debo retirarlos. O cuando sueño que me tiene presa del amor en su cama, rompiendo juntos todas las reglas anteriores, simplemente amándonos.

¿Te das cuenta de lo que digo? ¡Esto sólo puede ser obra tuya!

Menos mal que volviste, Locura. Pues, ¿Qué sería de mí sin ti?

No hay comentarios:

Publicar un comentario