Ayer, me hundí como pocos días lo he hecho. Ayer, la soledad llamaba a mi puerta a cada instante, pero yo no la abría. Ayer, me sentí cómo si el mundo estuviese vacío, sin nada más que calles desiertas y un frío helador.
Hoy, voy a sonreír. Hoy, voy dejar libre mi cabeza y voy a ser feliz. Hoy al despertar, me he dado cuenta de que el mundo está lleno de cosas preciosas que puedes disfrutar únicamente prestando un poco de atención a lo que te rodea. Hoy, me he dado cuenta de que esto que tengo dentro no puede odiarse ni rechazarse, sólo puedo aprender a vivir con ello. Y eso es lo que voy a hacer hoy: vivir.
Mañana... Quién sabe lo que pasará mañana. Pero algo tengo claro. Tú estarás ahí, y sólo por eso ya merece la pena levantarse de la cama cada día. Seguiré en pie.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Eso es, sonreir, solo tienes que hacer eso.
ResponderEliminarLo demas vendrá solo, ya lo veras :)
Pero como te puedo querer tanto!!!!!!!!!
ResponderEliminar