viernes, 30 de abril de 2010

Plan para hoy.

-Podemos quedar con estos y tomarnos algo por ahí con buena música, y después, para casa a dormir juntos.

-Te propongo otra cosa. ¿Qué tal si te abrazo así como ahora, te doy un beso, te tumbo en la cama y me tumbo con la cabeza apoyada en tu hombro?, así, sí. Nos fumamos un par de porros y después te hago el amor. Quizás un par de veces. Y para terminar, sin decir nada, nos quedamos así mirando al techo hasta dormirnos desnudos. Y ya quedamos mañana con estos. ¿Te parece?

-Me parece perfecto.

De vías y caminos.

Se tiró del tren en marcha y se rompió una pierna. Aun así, nunca había corrido tan libremente.


¿Qué vía escogerá ahora que no sigue el camino marcado?

miércoles, 28 de abril de 2010

Esquizofrenia.

Vestía botas altas por encima de los vaqueros, a pesar de que era uno de los primeros días calurosos del año. La camiseta blanca con las mangas justo por encima de los codos la dejaba respirar un poco. Dos desgastadas esfinges de piedra blanca la miraban, formulándola acertijos sin parar. O quizás fuese su cabeza quien se los formulaba, pero ya no lo sabe. Ha dejado de distinguir la realidad.

Alguien le habló, pero no hizo caso. Sabía que no debía escuchar. La enseñaron bien en el infierno.

Siguió esperando, sentada en las escaleras. El tránsito de gente era insoportable. Elle veía a las personas pasar, cada una inmersa en sus pensamientos, en sus vidas, sin fijarse en nada más. Algunos iban acompañados, otros, solos.

- Al menos yo tengo alguien a quien esperar- pensó.

El cielo claro oscureció en menos de diez minutos. Poco más tarde, empezó el frío y la lluvia. Elle no tenía paraguas, ni dinero para comprarse uno, así que siguió esperando con el pelo y la ropa empapada. La gente de la calle fue dispersándose, hasta que tan sólo pasaba algún desprevenido turista corriendo impaciente por llegar al hotel. Entonces intentó recordar el momento del camino en que perdió la cordura, tratando de olvidar a cambio las escandalosas voces que surgían de su interior. Pero no pudo recordarlo.

-Estúpida esquizofrenia.- dijo- No me deja pensar.

Empezaba a tener hambre y ya no había sol. De repente, consiguió escabullirse de su cabeza para ver dos hombres con uniforme blanco. Se acercaban deprisa, aunque tampoco demasiado. Elle los reconoció al instante, al fin habían llegado. Los dos hombres la cogieron de los brazos y se la llevaron. Elle apenas conseguía oír algo, las voces estaban muy inquietas y eso, la inquietaba a ella.

-Menos mal que han llegado, doctores. Empezaba a ver el mundo con colores, en vez de en blanco y negro.

-No te preocupes, querida. Hoy tendrás ración doble de calmantes.

Sexo.

Sexo. Sólo es eso. Bueno, y el cigarro de después.

lunes, 26 de abril de 2010

Imagine.

¿Mi momento favorito del día? Cuando me meto a la cama y doy rienda suelta a mi imaginación. Es entonces cuando consigo que recorra cada centímetro de mi cuerpo con sus manos.

domingo, 25 de abril de 2010

Masoquista.

No corras, no te molestes. No vas a poder huir. Sabes que volverás y te dañarás de nuevo. No puedes evitarlo, eres masoquista.

¡Felicidades!

Me lo diste todo durante dos años. Has sido quien mejor me ha tratado siempre. Tus abrazos eran lo único que me calmaba cuando lloraba, y tus besos me hacían callarme cuando no podía dejar de hablar. Estas siempre a mi lado cuando te necesito, no importa que hora sea: si te llamo porque no puedo levantar cabeza, siempre vienes a verme simplemente para mirarme a los ojos y pedirme que me tranquilice.
Nos entendemos a la perfección, una mirada basta para saber lo que pensamos en cada momento. Sabemos lo que el otro va a decir en cada momento. Juntos, nos lo pasamos como enanos. Ahora ya no estamos juntos, pero sigues siendo mi pequeño narizotas. Y como ya no te veo tanto, te echo mucho de menos. Pero sabes que estaré ahí siempre que me necesites. O cuando no me necesites. Por y para el resto de tus cumpleaños.
¡Felices 21 cosa fea!

sábado, 24 de abril de 2010

Marioneta.

Se ponía el traje e iba a actuar. Una función tras otra, durante todo el día. Conocía a personas, pero nunca dejaba que se le acercasen demasiado. Creía que estaba bien con lo que tenía, era suficiente. No necesitaba nada más. Hasta que un día la marioneta se desató las cuerdas que le ataban a la obra de teatro. Entonces, empezó a vivir su propia obra.

jueves, 22 de abril de 2010

miércoles, 21 de abril de 2010

Ministerio Creativo

Hoy, me gustaría dedicar la entrada del blog a este grupo tan absolutamente GENIAL de personajes que han estudiado en mi facultad. Se llaman Ministerio Creativo, y gracias a ellos conozco muchos, muchísimos anuncios que sino no hubiese conocido. Se lo dedico en especial hoy porque les han concedido el primer premio de la gala "Demuéstralo" a unas buenas amigas, y quería agradecerselo.

Unas palabrejas para vosotros: Me llena de fascinación lo que hacéis. Para mí sois un ejemplo a seguir en cuestión de Publicidad y Relaciones Públicas (no me voy a meter en otros percales porque no os conozco más que de haber cruzado unas palabras hoy con uno de los vuestros, aunque estoy segura de que habiendo creado lo que habéis creado sois alucinantes). Como ya os he dicho, deberíais crear una empresa publicitaria, (¡me pido primera para prácticas de empresa!). Aquí en la residencia lo vemos siempre unos pocos juntos, y nos encanta. ¡Tenéis unos cuantos fans!. Simplemente: Seguid así.

http://www.ministeriocreativo.com

martes, 20 de abril de 2010

No.

Él se sienta en la cama, ella encima. Le besa, le empuja y le tumba. Sigue besándole, sujetándole la cabeza con las manos temblorosas. No abre los ojos, prefiere imaginar. La barba de tres días le irrita los labios, pero le encanta. Suavemente, le quita la camiseta, se desnudan, el uno frente al otro, ya no hay marcha atrás. Tampoco iba a darla. No puede. La sangre de sus cuerpos empieza a arder, ahogándolos entre jadeos. Firmemente, la tumba en la cama, ella se deja hacer. Con los ojos cerrados, una lágrima se escapa de sus ojos. Pero no escapará ninguna más. No va a seguir engañándose. Por mucho que continúe queriéndole.

lunes, 19 de abril de 2010

Libre.

Sin rumbo fijo, corre por las calles. Ríe solo, y se sienta en un banco a mirar los árboles. Pinta cuadros mentales de todo aquello que ve, desde lo mas bello del amor hasta la cara mas oscura de la soledad. Vive del arte de vivir. No tiene cuerdas que lo aten a ningún lugar. La luna le sigue allá donde va. No sabe donde está, ni donde irá, pero no le importa. No necesita mapas para ser libre.

domingo, 18 de abril de 2010

Jaleo.

Te invito a que cambiemos de planeta
Y a dormir en las aceras.
Te llevaré donde la luna siempre está llena
De cosas buenas.

sábado, 17 de abril de 2010

Inocencia infantil.

-Pero, ¿se puede saber qué haces?

-Reordeno el baúl de los juguetes.

-¿Reordenas? ¿Para qué?

-Para ver si encuentro la inocencia, creo que la he perdido.

viernes, 16 de abril de 2010

amanecer

Confundida, simplemente deja que su cuerpo sienta esperando un futuro incierto. Se deja llevar por el alcohol, el tabaco y el calor del cuerpo humano que no desea. Necesita que la quieran, que la mimen, que la amen. Porque para ella el sexo no vale nada. Porque para ella un fumarse un cigarro junto a él vale más que cualquier polvo con un desconocido. Claro que se divierte con el sexo, ¿y quién no? Pero ella no busca diversión. Ella busca amor. Aún a sabiendas de que, buscándolo, no lo encontrará.

Sigue bailando. No sabe qué hora es, pero no mira el reloj. Alguien le habla al oído, pero ella no escucha. Sólo baila. Deja que la música tome su cuerpo y lo convierta en contorsionista. Ya no le importa nada salvo su última cerveza y el cigarro de su mano. Y bailar, no puede dejar de bailar. Sabe que el cansancio acabó con ella hace horas, pero no le importa. Si no lo piensa, aún puede aguantar.

Un rayo de sol asoma por las puertas del after. Se termina la cerveza, se recoge el alocado pelo en una coleta y se pone el abrigo. Bien, ya puede ir a casa. Ha evitado otro amanecer más.

Un futuro no muy lejano.

Llovía. Llovía mucho. En la calle, señoras con paraguas y niños con chubasquero andaban lo más deprisa posible para llegar a sus destinos. Yo estaba allí, resguardada, en la que solía llamar mi casa. Sin embargo, me vestí, me calcé las botas por encima de los pantalones y me puse la capucha. Recuerdo exactamente las palabras que pasaban por mi cabeza en el momento de cruzar la puerta. Supe que jamás volvería.

Y entonces eché a correr, salté en todos los charcos del camino, grité, reí, canté y, con la capucha quitada y el pelo empapado, te besé. Y supe que, allí donde tu estuvieses, estaría en casa.

jueves, 15 de abril de 2010

Nitogénesis Explosiva

¡Cuidado! Se acerca la Nitogénesis Explosiva...

Volar.

-Te digo que puedo hacerlo. Puedo volar. Y, si no te lo crees: ¡mira!

-No vuelas. Tan sólo es el mundo, que se ha movido un poco más abajo en las coordenadas del universo.

No mentía.

-¿Y qué harás cuando bese a otra, me rechace y necesite un abrazo? ¿acaso me lo darías?

-¿De verdad lo dudas? Cuando te dije que te quería , no mentía. Ni cuando te dije que estaría ahí para lo que sea. Son cosas que no se dicen a la ligera, al menos no yo. Las digo porque las siento, y porque lo primero para mi eres tú. Así que, sí, te lo daría.

miércoles, 14 de abril de 2010

Seguridad.

Entonces, Sandra apagó la televisión, se levantó del sofá y se metió silbando en su habitación. Sacó del armario unos vaqueros y una camiseta, se puso la ropa y se ató los cordones de las playeras. Tras comprobar que llevaba todo lo necesario, salió de casa con los cascos en sus pequeñas orejas y, en vez de coger la bicicleta, fue dando un paseo. Al llegar, se sentó en el banco de siempre y , sencillamente, esperó.

Tras dos largas horas, por fin Alex salió del portal.

-Pero, ¿se puede saber que estás haciendo aquí? ¿Por qué no me has llamado?

-Shh. Cállate y abrázame. - Sandra acercó su boca al oído de Alex - Y ahora, subamos. Creo que tu cama nos está esperando.

-Pero... ¿Estás segura?

-¿De que te quiero? No he estado más segura de nada en la vida.

martes, 13 de abril de 2010

Pequeñas cosas.

Despertarse con el frío de invierno y estar envuelta en mantas de calor. Escuchar una canción que, irremediablemente, te hace saltar a la pista y bailar sin freno. Un orgasmo, la sensación de después de hacer el amor. El momento en que te tiras a la piscina y tu cuerpo se sumerge de manera que te embarga el más absoluto silencio. Cuando sales de clase o del trabajo. Cuando ves a una persona que quieres que hace mucho tiempo que no veías. O cuando tan sólo hace unas horas. El primer beso, la primera vez. Cuando alguien te salva la vida. La sensación de gratitud de las personas cuando las ayudas. Esforzarte en algo y saber que ha salido bien. Las buenas noticias. Las reconciliaciones. El roce del aire de verano en la playa. Tumbarse a mirar las estrellas al lado de aquél a quien amas. Una tarde con tus amigos sin hacer nada más que mirar al horizonte y hablar. Una mirada mientras haces el amor.

Esos son los pequeños momentos, las pequeñas cosas, que hacen que la vida merezca la pena.

lunes, 12 de abril de 2010

Hacía tanto tiempo...

Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien simplemente con el hecho de mirar a las estrellas. Hacía mucho tiempo que no me daba un vuelco el estómago y me sentía llena de vida cuando el viento acaricia mi pelo. Hacía mucho tiempo que no me reía sinceramente, con una buena carcajada.
Es difícil vivir cuando no ves el final del túnel. Cuando estás tan hundida que crees que no tendrás tiempo para volver a subir a la superficie. Pero cuando aprendes a nadar y emerges del agua, sabes que eres más fuerte, y que la próxima vez no te hundirás tan fácilmente.

Es difícil estar enamorada. Pero, me he dado cuenta, de que por mucho que no te tenga, por mucho que no te posea, esto que siento es bonito, y me llena de vida. Porque, aunque tú no te des cuenta, simplemente con un abrazo tuyo me siento tan bien que no necesito nada más. Y, ¿sabes algo? Si ahora estoy así es gracias a ti. Porque tú me has hecho ver que hay cosas que no puedo cambiar, y que simplemente debo aceptar. Si no te hubieses preocupado por mí, aún seguiría en el fondo. Esas son las cosas que hacen que cada vez te quiera más. Gracias.

Tonight, tonight.

-Nadie entiende por qué estamos tan unidos. Por qué estamos incluso, más unidos que antes. Pero es que no saben que lo que tu y yo hemos pasado juntos no lo habríamos pasado por separado. Además, no saben que no podemos vivir el uno sin el otro. Porque somos amigos. Dime que no echabas de menos estos momentos en el coche en los que me vuelvo loca con una canción y la canto a los cuatro vientos mientras tu te ríes de mi sonrisa y me picas porque canto mal.

-Estaría mejor si no cantases, porque cantas no mal, sino fatal...

-Ah, ¿sí? Pues te aguantas, ¡porque voy a cantar más y más alto!

-...No, por favor...

-"The chilly wind whipped my both cheeks hard and the man next to me said 'everything is gonna be alright', I said 'nothing is gonna be alright, but thank you anyway'..."

-Sí, definitivamente lo echaba de menos.

-Eso es porque, te quiero tanto, que me hago querer. Aún sin voz...

Lo sé, lo entiendo y lo acepto.

Sé que llegará el día en que comprendas que nadie va a quererte más de lo que yo te quiero. ¿Sabes en qué lo noto? En que vuelvo a preferir tu vida, tu felicidad, antes que la mía. Vuelvo a soñar con tonterías, a despertarme sonámbula mascullando cuentos. Regreso al pasado, a que un olor, tu olor, me vuelva loca. A imaginar lo que sería sentir tu aliento en mi cuello sin poder contener los escalofríos. A tener que ponerme las cadenas para no posar mis labios sobre el tuyo, porque sé que ya no podría parar, no podrías apartarme. Vuelvo a sonreír cuando me dices algo de eso que sólo tú y yo entendemos, nuestras pequeñas cosas, miradas, eso que hace que nuestra relación sea única.

Y sí, también sé que quizás yo no sea aquella con quien tengas algo más especial que una amistad con sexo, sé que puede que nunca llegue a poseerte, pero sé que, como yo, no va a tratarte nadie. Porque cuando quiero algo, doy todo por ello. Y ese algo, eres tú.

:)

-¿Estás drogada?

-¡No!

-¿Y por qué no dejas de sonreír?

sábado, 10 de abril de 2010

Aceptar.

Ahora que he aprendido a sufrir, no hay nada que me obligue a dejar de sonreír.

Aceptar, esa es la palabra. O quizás no.

viernes, 9 de abril de 2010

miércoles, 7 de abril de 2010

Imposible.

Dicen que todo es posible cuando lo deseas con todas tus fuerzas, pero es mentira. Yo no puedo desearte más, y sigues siendo más que imposible.

Drogaína.

Largas tardes.
El sol se esconde.
Drogaína.

Sueños, dulces sueños.
Pesadillas.
Drogaína.

Sexo.
Noches de locura.
Drogaína.

Y aquí estoy.
Mintiéndome a mí misma.
Drogaína.

Golfa.

-Esta canción me recuerda a ti.

-¿Por qué?

-"Y ahí voy yo, a romper las telarañas de tu corazón, verás cómo se escampa... ¡Golfa! Su piel, que me corro si me roza su piel..."

- Ahora que lo dices, quizás tenga un cierto parecido.

Helador.

Veo el sol desde mi ventana, que me ciega y me hiela. Tanto que duele. El calor de mi cuerpo se marchó anoche contigo, cuando comprendí. Y ahora no puedo salir de mi habitación si no quiero congelarme y deshacerme después. Deshacerme cómo papel en el agua, cómo plástico al fuego. Cierro los ojos y me echo en la cama, acurrucada entre las mantas para entrar en calor. Pero no funciona, tengo más frío que nunca. Poco a poco dejo de moverme, de pensar, de respirar...

lunes, 5 de abril de 2010

Olvidar.

- A ver si ahora la solución va a ser no verle...

- La solución es olvidarme de él.

- Ni puedes hacerlo, ni debes hacerlo, ni lo vas a hacer.

- No sé si debo o no debo, pero no puedo. He ahí el problema.

Vuelves.

Ahora sí que ya no sé que hacer. Me he vuelto completamente loca, en un sólo segundo. No sé si olvidarte o dejar que mi cuerpo se enamore más de ti, porque me confundes... Pones mis instintos a flor de piel. Y no sé si eres perfecto o no, lo que sé es que, lo siento, pero te quiero. Eso es lo que iba a decirte, pero preferí callarme. Es más sencillo así.

domingo, 4 de abril de 2010

Veinticuatro.

-Es un chico un tanto peculiar. Es misterioso y es difícil conocerle, pero cuando le conoces un poquito, te enamoras sin remedio. Me gusta la forma de su boca cuando bebe a morro de la botella o la manera que tiene de echar el humo del cigarro. Me gusta andar por detrás de él para ver cómo camina. Sus ojos son un auténtico laberinto, en el que te puedes perder cómo si fueses Alicia buscando salir del País de las Maravillas. Una de sus miradas puede hacerte olvidar el miedo que causa mirar hacia delante. Cuando le abrazas huele tan bien...Y su pelo, suave, siempre desaliñado, te hace enloquecer. Una vez me dijo que odiaba mi flequillo porque no se me veían los ojos. Pero no puedo quitármelo, porque entonces ya no habría nada que pudiese esconderle. Él es… simple perfección. Y hoy cumple veinticuatro años. Felicidades, pequeño.

El del final.

Ella, ya no sabe qué hacer para contenerse. Él, se controla demasiado.

Se miran de una punta a otra del lugar. Ella descaradamente, porque le da igual. Él, tan sólo de reojo, ¿por el qué pensarán?.

Muchas personas pasan entre medias... Pero para ella sólo existe aquél, el del fondo, el del final.

La perfección absoluta no existe.

Éramos inseparables. Cómo si sólo fuésemos uno, sabíamos lo que el otro pensaba a cada instante. Nos conocíamos de arriba abajo, de dentro a fuera, sabíamos de que estaba hecho cada fragmento de nuestros respectivos cuerpos. Éramos tan perfectos que resultó ser imposible.

Ella.

-Ah, sí, la recuerdo. Vino alguna vez al bar. Era una chica encantadora, y tenía una sonrisa que te hacía temblar. Y sonreía tanto... Era feliz con unas pocas caricias, alguna que otra mirada y de vez en cuando un silencio de esos que lo dicen todo. Y esos ojos...¡Qué ojos! Nunca había conocido una mirada tan expresiva como la suya. Ella siempre se quejaba de ello. -"No me mires a los ojos, o conocerás todo de mí, y eso sería un poco injusto, ¿no?"- decía. Y es que era increíble, con una fugaz ojeada sabías exactamente su grado de felicidad. ¡Y era un manojo de nervios!. Qué chiquilla, siempre andaba de aquí para allá, corriendo, saltando... Le encantaba dar abrazos. Era su mejor cualidad. Una vez me contó que lo que más ansiaba en el mundo era despertarse junto a él todas las mañanas. Siempre llevaba esa media luna plateada colgada del cuello, decía que le recordaba a la libertad de la felicidad. Pero, ¿qué fue de ella? La vi por última vez hará 8 meses y parecía muy triste. Algo le había pasado, estoy seguro, pero no quiso contármelo. Dime, ¿la has visto?.

-Murió hace tres semanas, me dijo su hermano. Al parecer dejó de sonreír.

Diálogo.

-Bueno, ¿y qué hay sobre lo de irnos a mi casa?

-No sé... Sería un poco raro, ¿no?

-Y si te digo que lo que más me apetece ahora mismo es tirarte sobre la cama, enredar mis manos en tu pelo y hacerte el amor durante el resto de la noche para después verte dormida sobre mi pecho y besar, suavemente para no despertarte, tus labios entreabiertos por la respiración acompasada de los más profundos sueños ¿qué me dices?

-Te digo que creo que, contigo, me voy al fin del mundo.

viernes, 2 de abril de 2010

Sueños.

Nunca había odiado tanto la realidad. Hoy, ha sido uno de esos días en los que no he parado de despertarme por la noche. Cada vez que me despertaba, recordaba lo que estaba soñando en ese momento. Ni una sola de las veces me he alegrado de haberme despertado.

En cada uno de mis sueños estabas tú, diciéndome que me querías, cada vez de una forma. La primera en la barra de un bar, en el que no aguantabas más y me besabas. La segunda, cuando me saludabas. La tercera ya era en tu cama...

Injusto.

Allí están. Sentados, cada uno delante de su café y su tabaco. Ella mira cómo se consume su cigarro, mientras escucha lo que él tiene que decirle. Él mira dentro de sí mismo, tratando de encontrar las palabras perfectas que puedan resumir lo que siente y lo que piensa.

De vez en cuando sus ojos se encuentran, pero apartan rápido la mirada. Él porque le da vergüenza, ella... Ella porque teme desgastarle.

-Pero es injusto.
-¿El qué es injusto?
-Que esperes a que me aclare.
-No, no es injusto. Injusto sería si, llegados a este punto, no te esperase.


deseo.

"No se puede desear lo que se tiene. Es antinatural"

Pulp.

-¿No los odias?, ¿esos silencios incómodos? ¿Por qué necesitamos decir algo para rellenarlos? Es por eso que sabes que has encontrado a alguien especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y disfrutar del silencio.



Cada vez que veo esta foto, sonrío pensando en cuando nos comparaste con ellos. Y en esos silencios...

Corre, no dejes que te alcance.

Doblo la esquina, tratando de despistarla. Sigo corriendo lo más rápido que puedo, pero no sé cuánto más aguantaré. Miro atrás, allí está. Viene detrás, tranquila, sabe que tarde o temprano me cansaré de huir. Pero, ¿qué ocurre? ¡joder! ¡Por más que corro no le saco ventaja! No aguanto más. Tengo que parar. Me alcanzará, pero me duelen las piernas.

Paro, y entonces, cómo si ya nada mereciese la pena, me hundo en lo más oscuro de la soledad, que me alcanzó fácilmente.

¿Adiós?

Habla -le dice.- Puedes confiar en mí, quiero ayudarte.

Pero ella cree que quizás debe decir adiós. Aunque sabe que no puede.