viernes, 16 de abril de 2010

amanecer

Confundida, simplemente deja que su cuerpo sienta esperando un futuro incierto. Se deja llevar por el alcohol, el tabaco y el calor del cuerpo humano que no desea. Necesita que la quieran, que la mimen, que la amen. Porque para ella el sexo no vale nada. Porque para ella un fumarse un cigarro junto a él vale más que cualquier polvo con un desconocido. Claro que se divierte con el sexo, ¿y quién no? Pero ella no busca diversión. Ella busca amor. Aún a sabiendas de que, buscándolo, no lo encontrará.

Sigue bailando. No sabe qué hora es, pero no mira el reloj. Alguien le habla al oído, pero ella no escucha. Sólo baila. Deja que la música tome su cuerpo y lo convierta en contorsionista. Ya no le importa nada salvo su última cerveza y el cigarro de su mano. Y bailar, no puede dejar de bailar. Sabe que el cansancio acabó con ella hace horas, pero no le importa. Si no lo piensa, aún puede aguantar.

Un rayo de sol asoma por las puertas del after. Se termina la cerveza, se recoge el alocado pelo en una coleta y se pone el abrigo. Bien, ya puede ir a casa. Ha evitado otro amanecer más.

3 comentarios:

  1. ...en esas horas bajas y desiertas
    que van, ya de por sí bastante muertas,
    a su último minuto sin reproche.

    Gracias por recordarme lo anterior (que no es poco: saber que un vacío no lo es en realidad puede muchas veces llenarlo todo).

    Por cierto, me encanta la imagen de la cabecera.

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  2. Evitar amaneceres...todos pasamos por una época en la que los queremos evitar.

    Al final, esa época pasa, y los anhelamos con todas nuestras fuerzas...

    Féliz sábado :)

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  3. No me gusta evitar lo que sin ver estoy evocando... Enfréntate al amanecer, no es justo privarte de lo maravilloso de la vida.
    Me gusta tu estilo, NIT.

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