Habla.

¿Mentiste?
Mentiste.

Te lo pedí por favor. Y fallaste. Pero tengo que sonreírte quiera o no quiera. No hay opción.

Di adiós a mi confianza.

¿Y qué esperas?

¿Eso significa nada?

La cabeza me da vueltas.

Quizás nada sea verdad. Lo mismo ya nada es lo mismo.

¿Por qué? Eso no lo decido yo. Lo siento. Para mi tampoco es fácil.
¿Y ahora qué hago?

Preguntas, preguntas y más preguntas. Pero yo ya no puedo pensar más, se han acabado las respuestas. Y ahora siento como, poco a poco, mi cuerpo se desborda encharcando mis pulmones.

Say

Well. You make me crazy. And we both know it. So...why not? He understands it perfectly, I've talked to him. It's complicated, I know. But I can't run away for all the life.

I don't know what are you thinking. I don't know if you love me or not. But this uncertainty is killing me. I'm full of hiding.

I can feel like I'm dying...I'll can't support this so much time.

H

¿Y qué debo hacer ahora? Creo que estoy bloqueada. Necesito un apoyo para continuar. Ya sabes a qué me refiero. No, no intentes engañarme, yo sé que lo sabes.

Quizás deba hablar contigo. Hablar sinceramente. Decírtelo todo, sacarlo de dentro y que sea lo que quiera el destino. Pero necesito otro roce para hacerlo.

Dame alguna pista y no dudaré. Pero recuerda que soy una Vélez, tengo que entenderla...

Meta

¿Mis metas? Muchas. Demasiadas, quizás. Pero hay una de ellas por la que cambiaría todas las demás.

Hug me.

Olvida todo. Mírame a los ojos y, simplemente, abrázame. Y nunca me dejes marchar. ¿Entendido?

Sueños son.

Y me quedé allí parada, viéndole partir. Viendo como su figura se hacía cada vez más pequeña a medida que se aproximaba al horizonte. Y cuando por fin desapareció, al darme la media vuelta, te vi a ti. Mirándome con esos ojos color avellana, con una sonrisa en la boca. Me abrazaste y se paró el mundo.

Entonces desperté y observé que todo era un sueño. Desde entonces dedico mi vida a intentar volver a dormirme, tan sólo para volver a sentir el calor de tus brazos.

Contención.

Te siento. Te rozo. Te hablo. Te miro. Te beso. Aunque no estés aquí. Aunque no pueda hacerlo.

Porque estas cada segundo en mi mente. Porque no paro de imaginar locuras a tu lado. Porque todo me recuerda a ti.

Y así, según te vea, lanzarme a tus brazos, para terminar juntos en algún sitio apartado de las miradas de la gente, lejos, bajo las sábanas. Riendo, jugando. Acariciando cada milímetro de nuestros cuerpos. Después, aún desnudos, dormirme sintiéndote a mi lado, resguardada, sin peligro alguno.

Y es que ya no sé si puedo seguir conteniéndome...

Her morning elegance.

Os paso el videoclip de una canción preciosa que me ha enseñado una amiga. El videoclip os recordará al anuncio de loterías y apuestas del Estado, ya que lo sacaron de ahí (o eso creo, es bastante evidente).

Recordándomelo.

Por más que intento sacarte de mi cabeza te empeñas en no salir.
Estás ahí, siempre, cada momento del día. Recordándomelo.

Trato de buscar más soluciones, pero no las encuentro. ¡No tengo la culpa de que no lo aceptes!
Pero tu te empeñas en olvidar, en esconder.

Sin embargo, el amor no atiende a razones... Tan sólo vive locuras.

Tiempo

¿Y ahora qué? ¿A esperar sin hacer nada?

No se me da bien quedarme quieta mientras veo pasar el tiempo.

Empieza. Comienza. Inicia. Surge.

Siento

Ya no hay nada tras mi piel
Tan sólo pedazos.

Alcohol, reír y, de repente, llorar.
Más alcohol. Hasta que no recuerde nada. Hasta que mis locuras de estado sobrio comiencen a tomar forma.

¿Qué dices? ¿Cobardía? Probablemente.
¿Miedo? Seguro.

Ya no oigo nada... Sólo siento. Bailo.

Y mi cabeza me susurra tu nombre...

Char

Recuerdo un día de verano, hará unos 3 años y medio. Te vi hablando con mis amigos, y fui corriendo a presentarme, como solía hacer antaño. Tú me miraste de forma extraña, pero me saludaste. Te llamabas Carlos, pero te llamaban Charlie, Char, Charles,... Tenías motes para dar y tomar.
Más tarde me empezó a doler el estómago y tú, sin conocerme de nada, estuviste cuidándome hasta que me fui a casa. Comenzamos a hablar, a vernos a menudo (aunque más adelante dejamos de vernos tanto, por problemas externos a nosotros dos). Te convertiste en mi mejor amigo.

Ahora apenas nos vemos, pero cuando nos vemos nos entendemos con una sola mirada. Yo sé que tu estarás ahí para lo que necesite, y tu sabes que yo también estaré.

Has influido en mí, y sé que sin tí no sería la persona que soy hoy. En toda nuestra relación no hemos tenido ni siquiera una discusión seria. Siempre me has ayudado a ver las cosas con claridad cuando las lágrimas empañan mis ojos, a guardar silencio cuando no debo hablar, a reír sin poder parar cuando estamos juntos.
Me has enseñado a entender que, lo que tenga que llegar, llegará. A no desesperarme con los exámenes, ni con ciertas personas. Me has enseñado que las malas rachas pasan, que sólo hay que tener paciencia.

Y es que te miro y, como si fuera algo innato, me sale una sonrisa en la boca. Cuando te veo acercarte (aunque no suelo verte acercarte, ya sabes, miopía), salgo corriendo como si fuese la última vez que te voy a ver.

Recuerdo nuestras partidas de buscaminas, en las que te enfadabas conmigo porque siempre perdías. Recuerdo nuestras fiestas de Valladolid juntos, tirados en las moreras hablando sin parar. Pero, ¿Sabes lo mejor? Que seguiré recordando momentos junto a ti, porque lo que tu y yo tenemos, esa complicidad, no nos la va a quitar nadie nunca.

Nunca nos pondremos de acuerdo, y siempre tendremos algo pendiente. Tu ya me entiendes.


Gracias pequeño, gracias por todo.

21 gramos.

Dicen que todos perdemos 21 gramos en el momento exacto de nuestra muerte. Todos nosotros. 21 gramos. El peso de una pila de 5 monedas. El peso de una barra de chocolate. El peso de un colibí.


El Dr. Duncan MacDougall realizó una serie de experimentos a principios del siglo XX para probar la existencia del alma. Estos experimentos consistían en pesar a personas agonizantes para probar la pérdida de peso que ocasiona el alma al marcharse del cuerpo.
He estado investigando por internet y he descubierto que los experimentos sólo se hicieron con seis personas moribundas y que sólo 4 de ellas experimentaron una pérdida de entre 10 y 50 gramos en los 15 minutos alrededor de su muerte.

El experimento fue el siguiente:

El doctor MacDougall utilizó a seis pacientes terminales para su experimento de los cuales sólo se dice su sexo y su diagnóstico. Cuatro padecían tuberculosis, uno tenía coma diabético y del último no da datos.

Los pacientes fueron colocados en camillas sobre balanzas de comparación (son las que, para pesar, se pone en un extremo lo que se quiere pesar y en el otro se van colocando pesas cuyo peso es conocido)

Los resultados del experimento fueron los siguientes:

1. "De repente, y coincidiendo con el momento de la muerte, el peso disminuyó en 3 cuartos de onza (21,3 gramos)."

2. "El peso perdido resultó ser media onza, luego un rato mi colega determinó que el corazón se había detenido. Me fijé de nuevo y la pérdida era de una onza y media y 50 granos (45,8 gramos)"

3. "Mi tercer caso mostró una pérdida de media onza, coincidente con la muerte, y una pérdida de otra onza algunos minutos después (un total de 42,65 gramos)"

4. "En el cuarto caso, desgraciadamente las escalas no fueron bien ajustadas, y hubo interferencia por parte de personas que se oponían a nuestro trabajo ... Lamento que esta prueba no haya dado resultados."

5. "En el quinto caso la aguja de la balanza se inclinó mostrando una pérdida de tres octavos de onza (10,6 gramos), pero luego volvió a su posición inicial, donde se mantuvo 15 minutos a pesar de quitar las pesitas "

6. "Mi sexto paciente murió justo cinco minutos después de colocarlo sobre la balanza, mientras estaba ajustando la aguja medidora, así que no sirve el dato."

MacDougall también realizó un experimento control, envenenado a 15 perros y pesándolos en el momento de su muerte, del cual obtuvo resultados negativos (los perros no tienen alma).

¿Qué podemos deducir de ésto?

Teniendo en cuenta que el experimento se ha hecho con 6 personas, de las cuales sólo 4 han dado resultados y que el cuerpo pierde agua constantemente, por no hablar de otras muchas cosas, no se puede deducir nada.

Héroe

Una persona se convierte en héroe al realizar una hazaña extraordinaria y digna de elogio (Wikipedia).

Pongámonos en el supuesto de que un sujeto A quiere morir. Unos asesinos raptan a ese sujeto A y le dan a elegir entre dos opciones:

1. Matar a una pareja (llamémosles sujetos B y C) y él quedar vivo y libre.
2. Matarle a él, quedando libres los sujetos B y C.

Si el sujeto A elige la opción 2, sabiendo que desea por todos los medios morir: ¿Sería un héroe? ¿O tan sólo sería un egoísta que desea morir, dándole igual que los sujetos B y C queden vivos y libres?

Si no hubiese querido morir y les hubiese salvado, claro que sería un héroe. Pero... ¿Así?

Escondite.

A veces duele. Mucho. Pero he aprendido a ocultarlo. Sé sonreír como si nada hubiese pasado. He aprendido a esconderme, a meterme bajo mis sábanas en las noches de tormenta, a huir. Y sé que no es bueno, claro que lo sé. Pero a veces no queda mas opción.

Se olvidar, dejar aparcadas las cosas en un rincón de la cabeza, y dejarlas salir cuando estoy sola. Sólo hay una cosa que no sé hacer: Mirarte como si no me importaras. Porque la mirada nunca miente...

Conversación III.

-¿Pues sabes? El que no arriesga, no gana.

-Y el que no arriesga, no pierde. Y yo, en este caso, tengo FOBIA a perder.

Locuras.

Me gustas. Adivina en lo único que pienso durante las veinticuatro horas del día. ¿Aún no lo sabes? Es fácil. Únicamente puedo pensar en hacer locuras, en sentirte, rozarte. Perderme en algún lugar y en alguna época, para sólo volver cuando tú estés preparado. Cuando, bajo el calor de una cama, seamos cómplices el uno del otro.

L I B E R T A D

¿Qué es la libertad? Libertad es no estar sujeto a los deseos de los demás. Es poder hacer lo que quieras, cuando quieras y como quieras.
Quiero ser libre. Quiero irme, perderme, olvidarme del mundo y de los demás. Estar a mi rollo, a mis pensamientos, a mis sentimientos. Sola, durante días, semanas. Poder hacer lo que quiera con mi persona, con mi cuerpo, hablar sola en voz alta sin que me miren como si no estuviese cuerda.



Quiero llorar, reír, enfadarme conmigo misma y después reconciliarme. Las reconciliaciones siempre son buenas. Quiero marcharme de aquí e imaginar que tú estas conmigo. Imaginar noches perfectas a tu lado, llenas de amor y pasión. Imaginar momentos románticos fuera del país.

Quiero hablar, gritar, que me oigan en todos los rincones del mundo. Abandonar los apuntes encima de la mesa y volver cuando me haya olvidado de que están ahí.
Enseñar lo que sé a desconocidos, contarnos nuestras vidas y decir adiós. Conocer a nuevas personas, personas que estarán ahí aunque sigas sin verlas durante años.
Y así, durante un pequeño periodo de tiempo, ser libre totalmente para vivir la vida.

Alucinante.

El otro día me enseñaron un video de una de las canciones de la película Crepúsculo. Hay opiniones variadas sobre dicha película, pero personalmente, la canción me parece increíble.
Se llama "Nana de Bella" o "Bella's lullaby"




Es una de las canciones que más me inspiran, que me hacen dar vueltas a la cabeza y terminar en las nubes. Ahí os la dejo.

Así, juntos, siempre.

Ya no sé que hacer para que me desnudes. Quiero que me quites la ropa con la boca, que me beses locamente, como si fuera la última vez. Que me acaricies, me agarres y me abraces. Mientras juntos, a la luz de la luna, acallamos el amor sin palabras,entre suspiros.

Notar tu palpitar, tu respiración entrecortada, notar cómo los sentimientos fluyen de un cuerpo al otro y del otro al uno. Sin parar un solo segundo de besar, morder, acariciar, abrazar.

Juntos, bailar al mismo ritmo y así, mientras siento tu calor, entender lo hermosa que la vida puede ser.

Te quiero, a pesar del tiempo y la distancia.

En cuanto me mires, me quitaré toda la ropa y me meteré en tu cama. Así, desnuda, frente a ti. Esperando a que me acompañes, porque necesito sentirte. Rozar tu piel con mis manos, con mi piel, estando a merced del calor de nuestros cuerpos. Y así, de madrugada, fundirnos en uno. Complementarnos como la tierra al mar, como la luna a las estrellas.

Y es que parece que ya siento tus manos sobre mi espalda, sobre mi cuerpo. Ya siento la habitación llena de caricias y miradas de complicidad. Y así, sentir aquello que tu sientes, ver aquello que tu ves mientras los dos, juntos, en el mismo lugar y en el mismo instante, nos amamos.

Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.

William Shakespeare

La mala racha pasará...

Últimamente, no hago mas que molestar a las personas de mi alrededor. O que hacerles daño. O que hacerles enfadar. Y no entiendo el porqué del 90% de lo que les molesta, les enfada o les causa dolor.

No entiendo porqué se dice que he dicho algo cuando no lo he dicho.
No entiendo porqué vosotras ya no sois como erais antes.
No entiendo porqué hago daño a quienes mas quiero,
Ni porque estoy triste todo el rato.

Supongo que es una mala racha, una de las peores que ha habido hasta ahora, pero tarde o temprano pasará. Y cuando pase, podré estar tranquila de nuevo durante otro periodo indefinido de tiempo. Sólo espero que sea más temprano que tarde...


A cada lágrima que expulso, noto como disminuye la presión en mi cuerpo y, así, como llega el alivio...

"plop"

La vida. Ese camino que seguimos desde que nacemos hasta que morimos, mientras van pasando los años. Un camino con piedras y baches a esquivar, cuestas que subir y que bajar, montañas que escalar y ríos que cruzar. Un camino en el que pasarás por distintas fases, fases de descubrimiento, de aprendizaje, de creaciones y de nostalgia.

Existen periodos de la vida en los que te sientes tan horriblemente mal que no ves el final de ellos. Sin embargo todo llega, y se terminan. Llega esa etapa de felicidad en la que te sientes realizado, en la que siempre tienes una sonrisa en la cara por mucho que quieras quitarla. Son periodos, fases y etapas cíclicas, que suceden, pero que volverán a suceder y volverás a sentirte igual, aunque por otros motivos distintos.

Es tan mágico el momento en que nace una persona... Cuando ves a un bebé, con un cuerpo tan chiquitito, sin saber lo que aún le queda por vivir, por sentir. Y sin embargo es tan triste el momento de la muerte... Con una vida se van miles de recuerdos, de momentos, de sentimientos...de vivencias e historias. Desaparecen, la tierra se los traga. Es tan difícil aceptar que con tu muerte se extinguirá todo lo que has vivido...todo aquello que recuerdas hará plop y se esfumará.


La vida es un sendero que nos pone a prueba según lo recorremos. Hay que ser fuertes para conseguir llegar al final.