domingo, 21 de febrero de 2010

Contención.

Te siento. Te rozo. Te hablo. Te miro. Te beso. Aunque no estés aquí. Aunque no pueda hacerlo.

Porque estas cada segundo en mi mente. Porque no paro de imaginar locuras a tu lado. Porque todo me recuerda a ti.

Y así, según te vea, lanzarme a tus brazos, para terminar juntos en algún sitio apartado de las miradas de la gente, lejos, bajo las sábanas. Riendo, jugando. Acariciando cada milímetro de nuestros cuerpos. Después, aún desnudos, dormirme sintiéndote a mi lado, resguardada, sin peligro alguno.

Y es que ya no sé si puedo seguir conteniéndome...

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