martes, 30 de noviembre de 2010

Locura permanente.

Ya no sé que hago,
ni qué digo,
ni qué pienso.

He cambiado el respirar por suspirar
y la razón por respirar.
Y tú preguntarás:
¿Por qué no cambiar la razón por suspirar,
directamente?

Pero, ¿no te he dicho
que no sé lo que hago,
ni lo que digo,
ni lo que pienso?

Películas.

Huían de los raptores cuando se tropezó con una baldosa algo levantada y cayó al suelo de bruces, sólo que se clavó los cristales de la ventana que antes habían roto para escapar y no podía seguir corriendo.

-Vete, ¡corre! Déjame aquí y sálvate tú.

Y salió corriendo, dejándole morir allí, porque la vida no es como la pintan en las películas.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Helados.

Es que lo sé, lo sé desde hace mucho tiempo porque en cuanto tu piel me rozó al darme dos besos, me recorrió un escalofrío. Es tan simple como eso. Llámame idiota si quieres, pero ten claro que esto no lo cura un cucurucho de helado.


Aunque quizás si es de tres bolas...

domingo, 28 de noviembre de 2010

Detenerlo ya.

Tú eres el protagonista de mis sueños.
Lo que siento es lo que los convierte en pesadillas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

martes, 16 de noviembre de 2010

Peligros de carretera

Necesito estar segura de que voy en la dirección correcta a la velocidad indicada, de que no voy demasiado deprisa, porque sino tengo que frenar antes de chocarme con cualquier poste de carretera.

Es difícil frenar cuando te encanta la velocidad y la adrenalina, pero si el camino no es el que debo seguir, trataré de volver a la autopista.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Ahogando sonrisas.

Aún recuerdo el temblor de mi garganta cuando veía tus ojos sonriendo frente a aquella pantalla... La estúpida sonrisa falsa que sacaba ante las bromas sin sentido de mi hermano cuando vió las lágrimas asomar en mis ojos.

Ese dolor de invisibles manos ahogando mi capacidad de respirar, oprimiendo sus dedos en mi garganta. Soy incapaz. Incapaz de dejar de quererte.

Leyes físicas

Amar no es más que una fuerza atraída por otra de un cuerpo distinto tratando de relajarse de la única manera que puede: acercándose.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Terror nocturno.

Alguien a quien quieres se te acerca con el miedo asomando en los ojos, y notas cómo tartamudea. Entonces el miedo traspasa el aire y se introduce en tí, y suplicas que te diga qué ocurre. Entonces lo suelta, del tirón, y tu escuchas cómo se rompen muchos vasos a la vez, pero no hay cristales en el suelo.
Contestas con un ¿Qué?, esperando una respuesta diferente, y sientes las lágrimas escapar de los ojos. Se te olvida hablar, y aquél que te lo dice te abraza, y te dice que todo saldrá bien, pero sabes que no será así. Que se ha ido y nadie puede devolvértelo. Que no vas a volver a notar el calor de su cuerpo contra el tuyo, que no habrá más besos, que no vas a volver a ver sus ojos, ni a morderle el cuello, ni a escuchar su voz. Vuelves a estar tan perdida como al principio. No. Más, mucho más. Y te percatas de que ya no sabes encontrar ningún camino a seguir.

Después despiertas con los ojos hinchados, y encuentras la almohada empapada, y te das cuenta de que sólo ha sido un sueño. Pero sigues llorando, porque ha sido tan real que no podrás olvidarlo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Guerras y odio.

-No voy a dejar que me afecte más.

-Eso dijiste la última vez.

-Es que cambian de arma, y me cogen por sorpresa.

-Tendrás que estar preparada para la siguiente.

-La armadura está casi terminada. Espero que no cambien sus flechas de madera por otras con punta de metal, porque entonces estaré muy jodida.

-Yo... En fin, suerte.

domingo, 7 de noviembre de 2010

jueves, 4 de noviembre de 2010

Frustración doble.

-Es que no quiero, no quiero depender de él, no quiero depender de nadie, no sé quien me mandaría a mí meterme aquí, pero ahora no sé salir.

-Te importa mucho, ¿eh? Y tienes pánico a perderle.

-Sí. Es que si me falta... No sé que hago.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Huir.

Por mucho que apartes la mirada para no ver, no puedes evitar que exista. Y no va a desaparecer porque te empeñes en no mirarlo. Afronta. Lucha.