Aún recuerdo el temblor de mi garganta cuando veía tus ojos sonriendo frente a aquella pantalla... La estúpida sonrisa falsa que sacaba ante las bromas sin sentido de mi hermano cuando vió las lágrimas asomar en mis ojos.
Ese dolor de invisibles manos ahogando mi capacidad de respirar, oprimiendo sus dedos en mi garganta. Soy incapaz. Incapaz de dejar de quererte.
¿Quién no ha confundido realidad y ficción? ¿Quién no ha confundido sentimientos con pensamientos? La única manera de no volverse loco en este mundo tan descalabrado e irónico es estando loco desde el principio.
Con ansias de aprender, con ansias de vivir, de saber, de experimentar. Jamás perderé la confianza en mí misma, es algo que prometí hace mucho tiempo. Jamás dejaré de volar y de soñar, de dejarme llevar por el sol del verano hacia los más lejanos lugares en los que la luna se esconde entre las rocas. Sé que la mayor fuerza que tiene una persona es la de su sonrisa.
Sé lo que dices, y aunque es lo típico... pasará.
ResponderEliminarme gusta tu blogg! te sigoo ;)
ResponderEliminarun besoo^^