martes, 3 de agosto de 2010

Maleza.

Huye. Corre por el bosque, no mires atrás. Deja que la maleza roce tu cara, tus manos, manteniendo así el contacto con la naturaleza.

No sigas el camino marcado. Piérdete y encuentra territorios ajenos al ser humano, conoce a los animales y déjalos acompañarte.

Baña tu cuerpo en mares, ríos y lagos. Abraza la tierra y sus raíces, permite que las estrellas de la noche te guíen. No pienses, sólo dedícate a sentir. Y ríe. Sabes que es lo que quieres. Sabes que es lo que necesitas.

1 comentario:

  1. Puedes saberlo, pero a veces es excesivamente complicado tener valor para hacerlo...

    Feliz miércoles abrasador

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