miércoles, 22 de septiembre de 2010

No sé que me quieres decir. Ni siquiera si quieres decirme algo.

Confundo la tierra con el cielo al caminar en dirección al horizonte. Voy en busca de mi destino, pero ha estado lloviendo y el camino ya no está bien marcado, aunque quizás nunca lo estuviese. Ya no sé si seguir andando o parar a descansar y tratar de encontrar el significado de tus ojos cuando se posan sobre los míos. Solo hay una cosa que tengo clara: No voy a marcharme de este mundo sin descubrir su secreto.

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