martes, 17 de noviembre de 2009

Para siempre.

Una cosa es estar solo y otra muy diferente es sentirse solo. Personalmente, me parece que la segunda es peor. Es para explicar esto por lo que escribí lo siguiente:

Y por mucho que intento recordar, no consigo saber como he llegado hasta aquí.
¿Que ha pasado? Todo se ha descolocado. Parece que nada tiene sentido. Ayer caminaba escuchando mi música por aquel sendero y hoy estoy perdida en esta mierda de bosque. El camino desapareció de repente, no vi quien lo borraba. He perdido la confianza, el valor, la ilusión. ¿Dónde ha quedado mi sonrisa? En esos chistes malos, en esos comentarios estúpidos dichos de botellón en botellón.

Así van pasando los días, acurrucada a los pies de un frío árbol, sola. Siempre he sido independiente, desde bien pequeña. Siempre me ha gustado sacarme yo misma las castañas del fuego, pero ahora… Daria cualquier cosa por que alguien se ofreciese a hacerlo por mi. Aunque su oferta fuese denegada.
Y es que la soledad es el peor de los males. No el estar sola, sino el sentirse sola. Son cosas similares, pero muy distintas.

Debo empezar de cero. Necesito empezar de cero. Formatear mi cabeza. Dejar de hacer el imbécil y hacer caso a quienes me quieren. A quienes me apoyan. A aquellos que me aguantan cuando lloro, al igual que cuando río. A vosotros. Pero no se como.


Hace poco he pasado una temporada muy mala. De las peores. Cambié de ciudad, de amigos, de vida. Y me sentía muy sola. Murió mi abuela, y prácticamente nadie entendía porque lloraba. Y duele. Duele mucho sentirse sola, mucho.

Sin embargo, ahora las cosas van cambiando. Poco a poco, pero van cambiando. Voy a mejor. Empiezo a encontrar gente que podría ser para siempre. Personas a las que quiero, y que espero que algún dia lleguen a quererme. Esas personas con las que estarás para siempre.

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