martes, 12 de octubre de 2010

Laberintos de cadenas y escondrijos.

No sé si son círculos o espirales, pero este paisaje ya lo he visto antes y no recuerdo bien dónde. Soy yo, pero me siento ella. La que se acaba de despertar de una pesadilla y tiene la angustia corriendo por sus venas. Sólo que sin pesadilla, y sin venas. Es injusto, injusto en verde y amarillo, con un poquito de azul. Hasta los árboles lo gritan. Aunque, quien sabe, puede que todo sea una escala de grises y los demás colores sean invención nuestra.

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