viernes, 29 de octubre de 2010

Energía.

Camina por la calle sin saber exactamente adonde va. Lleva los ojos pintados de negro, o podría decirse llevaba, porque ya tan solo quedan restos de pintura alrededor de ellos. Una lágrima le recorre la mejilla, cayendo al llegar al final, fundiéndose con los charcos creados por la lluvia.

Va parando en algunos escaparates, observando las personas pasar detrás, y es como si lo viese: A ella le han despedido del trabajo por estar embarazada. Aquél ha conseguido al fin lo que quería. Ese está mintiendo a su amigo, se ha tirado a su novia y se siente culpable. Aquella está enamorada...

Tanta vida tras el aire, tanta energía, con sus choques y conexiones, y tan fácil no darse cuenta de que está tan cerca.

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