lunes, 18 de octubre de 2010

Dará igual.

Si las paredes son rugosas
o si la arena se confunde con miel.
Si las sábanas están frías
y tus pies también.

Si cae el cielo en pedacitos
o si la tierra se hunde bajo nuestros pies.
Si el agua arde
y me ahoga la piel.

No importará,
te daré todo lo inventado
y por inventar.

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