Un extraño cúmulo de sensaciones invadía mi ser. Por una parte, el abrazo me hacía sentir la persona más especial del mundo en ese momento. Por otra, el beso no dejaba de descargar adrenalina sobre mi estómago. Y, aparte de eso, mi razón no entendía absolutamente nada.
¿Qué va a pasar ahora?
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Es mejor que no te lo preguntes... déjalo fluir y cuando llegue a la desmbocadura podrás ver con claridad el cauce...
ResponderEliminarBesotes guapetona
Lo sé...:)
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