martes, 22 de junio de 2010

Adiós.

Huir. Lejos, lejos de aquí. Para no volver nunca. Sin que nadie sepa mi paradero, absolutamente sola, yo con el mundo, con la naturaleza, dejándolo todo atrás. Quiero alcanzar la libertad, alcanzar el fin de la vida, el fin de mi vida. Aunque ya sé qué es lo más importante para mi. Pero eso no importa, no puedo alcanzarlo, no lo tendré.

Quiero huir, vivir en el desierto, vivir en el amazonas, recorrer las calles de Sidney sin nadie conocido a mi alrededor. Escalar el Himalaya, aunque sólo sea un poquito. Vivir juntas, yo y mi mochila. Para luego morir envenenada al comer una planta como Christopher (o Alexander) en Hacia rutas salvajes.



Sentirme la reina del mundo como DiCaprio en Titanic, viendo a los delfines acariciar su piel con las corrientes del mar. Robar un barco, y vivir en él por años, sin más comida que la que el océano me ofrezca. Y quizás, servir yo de comida a algún que otro tiburón.

No quiero volver. Nunca. Pero aún no puedo irme.

2 comentarios:

  1. Que bohemio, que interesante, que AUTOSUFICIENTE.
    Me ha encantado.
    Que las olas te lleven a la felicidad :)

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