Y puede que, después de imponentes muros de ladrillo y estúpidos túneles creados para traspasarlos inútilmente, deje de creer en la existencia de la teletransportación.
Pero tú estás detrás de todos esos diques, y no dejaré de inventar máquinas de demolición hasta que te decidas a abrirme la puerta.
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